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Encuentosydesencuentos's Blog

~ Un paseo entre cuentos y libros con Inés Macpherson

Encuentosydesencuentos's Blog

Publicaciones de la categoría: Cajón de sastre

Nines, de Muriel Villanueva (Males Herbes)

05 lunes Feb 2018

Posted by encuentosydesencuentos in Cajón de sastre, Lecturas y reseñas

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contes, Cuentos, Males Herbes, Muriel Villanueva, Nines

Nines

 

 

Títol: Nines
Autora: Muriel Villanueva
Editorial: Males Herbes
Primera edició: març del 2017
ISBN: 978-84-945877-6-4

 

 

 

Mai m’han agradat les nines. De petita no jugava amb elles i de gran sempre m’han semblat estranyes, petites personetes que ho observen tot, imitacions de la infantesa, de la feminitat, de la maternitat… Per això, quan vaig veure el títol d’aquest recull i la portada, vaig voler endinsar-me en les nines de la Muriel, perquè tenia curiositat en saber com les veuria ella, com en parlaria… I vaig fer bé, perquè aquestes Nines són impressionants.

És el primer cop que llegeixo a la Muriel Villanueva, però no serà l’última. No només per la seva prosa, sinó perquè té una força i una valentia a l’hora d’escriure que cal destacar i aplaudir. De fet, fins i tot m’atreviria a donar-li les gràcies per sacsejar-ho tot. Sé que parlo des de la meva feminitat i que potser per això no sóc del tot objectiva, però els contes que hi ha a aquest recull són una condensació del que probablement sentim, pensem o vivim altres dones. Amb això no vull dir que sigui literatura femenina, que un home no pugui endinsar-se en aquestes històries. Tot el contrari. És una forma perfecte de comprendre el que a vegades vivim, tancant les cames perquè no se’ns escapin les pors i les angoixes, les llàgrimes vermelles que indiquen el que podem perdre.

No sabria amb quin dels relats quedar-me. Tots tenen quelcom especial, tant en la història com en el simbolisme de les nines que l’acompanyen. Nines que són el record d’algú que ja no hi és; nines que són la nostra imatge congelada en un instant d’infantesa, petites i dirigibles, com si fóssim realment nines sense sang ni pensament; nines que representen un desig, una esperança de vida; nines que són miralls on reconèixer-nos i, potser, acceptar-nos.

Poètica i simbòlica, la prosa de Muriel Villanueva té un toc salvatge, directe, cru. I és que hi ha coses que a vegades cal dir d’aquesta manera, perquè et sobti, perquè et quedis parada enmig d’una frase mentre et repeteixes «collons, està parlant del que crec que està parlant?» i lliguis caps, i deixis que les imatges t’arribin carregades de tot el que diuen i amaguen, de tot el que et deixen intuir i et mostren de forma oberta.

Insisteixo, potser parlo des d’un lloc que no és del tot objectiu, però aquest llibre m’ha semblat fascinant, arriscat, cru i ple de força. Una escriptura que ens endinsa en una intimitat real, densa i palpable, amb totes les ombres, amb tots els moments truncats: el dolor, la pèrdua, el descobriment de l’horror, de les formes que pot tenir l’abús i les formes en que ens podem arribar a sotmetre. Dotze nines que ens mostren com podem arribar a callar, però també com podem arribar a cridar.

Així que, si no voleu cridar, com a mínim llegiu aquest llibre, perquè us ajudarà a recordar que la literatura, a vegades, necessita sacsejar-nos, necessita obrir-se la pell per mirar a dins i fer que nosaltres també mirem.

Bon dilluns i bones lectures!

Inés Macpherson

****

(en castellano)

Nunca me han gustado las muñecas. De pequeña no jugaba con elles y ahora me siguen pareciendo extrañas, pequeñas personitas que lo observan todo; imitaciones de la infancia, de la feminidad, de la maternidad… Por eso, cuando vi el título y la portada de esta recopilación, quise descubrir las muñecas de Muriel, porque sentía curiosidad por saber cómo las vería ella, como hablaría de ellas… E hice bien, porque estas Nines son impresionantes.

Es la primera vez que leo a Muriel Villanueva, pero no será la última. No sólo por su prosa, sino porque tiene una fuerza y un valor a la hora de escribir que hay que destacar y aplaudir. De hecho, incluso me atrevería a darle las gracias por zarandearlo todo. Sé que hablo desde mi feminidad y que tal vez por eso no soy del todo objetiva, pero los cuentos que hay en esta recopilación son una condensación de lo que probablemente sentimos, pensamos y vivimos otras mujeres. Con esto no quiero decir que sea literatura femenina y que los hombres no puedan adentrarse en sus historias. Todo lo contrario. Es una manera perfecta de comprender lo que a veces vivimos, cerrando las piernas para que no se escapen el miedo y la angustia, las lágrimas rojas que indican lo que podemos perder.

No sabría con cuál de los relatos quedarme. Todos tienen algo especial, tanto en las historias en sí como en la carga simbólica de las muñecas que las acompañan. Muñecas que son un recuerdo de alguien que ya no está; muñecas que son nuestra imagen congelada en un instante de infancia, pequeñas y dirigibles, como si realmente fueramos muñecas, sin sangre ni pensamiento; muñecas que representan un deseo, una esperanza de vida; muñecas que son un espejo en el que reconocerse y, tal vez, aceptarse.

Poética y simbólica, la prosa de Muriel Villanueva tiene un toque salvaje, directo, crudo. Y es que hay cosas que, a veces, es necesario decir de esta manera, para que nos sorprenda, para que uno se quede parado en medio de una frase mientras se repite «joder, ¿está hablando de lo que creo que está hablando?», y ates cabos y dejes que las imágenes te lleguen cargadas de todo lo que dicen y esconden, de todo lo que dejan intuir y lo que muestran abiertamente.

Insisto, tal vez hablo desde un lugar que no es del todo objetivo, pero este libro me ha parecido fascinante, arriesgado, crudo y lleno de fuerza. Una escritura que se adentra en una intimidad real, densa y palpable, con todas las sombras, con todos los momentos rotos: el dolor, la pérdida, el descubrimiento del horror, de las formas que puede tomar el abuso y las formas en que podemos llegar a someternos. Doce muñecas que nos muestran como podemos llegar a callar, pero también que podemos llegar a gritar.

Así que, si no queréis gritar, como mínimo leed este libro, porque os ayudará a recordar que la literatura, a veces, necesita sacudirnos, necesita abrirse la piel para mirar dentro y hacer que nosotros también miremos.

¡Feliz lunes y felices lecturas!

Inés Macpherson

Cuentos escogidos, de Shirley Jackson (Minúscula)

18 lunes Abr 2016

Posted by encuentosydesencuentos in Cajón de sastre, Cuentos, Lecturas y reseñas

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Cuentos escogidos, Editorial Minúscula, Shirley Jackson

A veces descubres obras extraordinarias por casualidad. Por deformación profesional de narradora, tengo tendencia a enamorarme de los libros de cuentos. Y, a menudo, me agencio alguno sin tan siquiera saber qué encontraré o si me puede gustar el/la autor/a. Otras veces, intuyes, por lo que aparece en la contraportada, que probablemente vas a acertar… Y ese es el caso de Cuentos escogidos, de Shirley Jackson (Editorial Minúscula, diciembre 2015). Conocía a la autora de nombre, pero todavía no me había adentrado en su prosa. Y tras haber degustado estos ocho cuentos, puedo asegurar que me he quedado con ganas de más y, probablemente, acabe por caer en las garras de su Siempre hemos vivido en el castillo y en las de sus otras novelas.

Cuentos escogidos

Si hay algo extraordinario en los cuentos de Shirley Jackson es su capacidad de crear extrañeza en lo cotidiano, de dibujar lo inquietante de forma sutil, permitiendo que la sensación de que algo no encaja te vaya abrazando y no te suelte hasta el final. Esto no quiere decir que sus cuentos sean relatos de terror al uso o historias de intriga clásicas. La gracia de estas historias es que, sin salir de lo cotidiano, muestran ciertas sombras, ciertas fronteras psicológicas que incomodan, que desasosiegan el espíritu sin necesidad de grandes oscuridades ni grandes aspavientos. Y lo hace con una claridad y una concisión en el lenguaje y en las descripciones que permiten que no haya artificios. Desgrana las historias de tal manera que, sin necesidad de horrores ni sobresaltos, van haciendo mella y van creando esa turbadora sensación que no te suelta. Pero vayamos por partes.

Esta recopilación de Cuentos escogidos, contiene 8 relatos y 3 conferencias sobre literatura, creación y sobre el impacto que tuvo la publicación de su relato «La lotería», uno de sus textos más celebrados y más polémicos en su momento. En dicho relato, Shirley Jackson logra crear un ambiente malsano en el seno de uno de esos pueblecitos adorables y encantadores, de postal, que oculta en sus tradiciones algo realmente brutal. La forma en que va presentando a los personajes, cómo va tejiendo el desenlace desde una distancia que todavía aumenta más la extrañeza de la situación, es extraordinaria.

En «Charles», la autora nos presenta una historia donde podemos contemplar, también con una limpieza y una prosa precisa, la perversidad a la que puede llegar un niño. De nuevo, no estamos ante una historia obvia, con crueldad visible y acciones desmesuradas y salvajes; todo tiene un aire cotidiano que, al final, adquiere unos tintes de horror perverso que hacen del cuento otra de las joyas de la antología.

También podemos encontrar «La muela», un relato que, a priori, podría parecer sencillo, pues nos explica el viaje de una mujer al dentista para que le extraigan una muela, y que, en realidad, nos muestra cómo, cuando la mente está acosada por el sueño y el dolor, podemos llegar a confundir la realidad y lo imaginado. Otro ejemplo de relato donde lo cotidiano se cubre de extrañeza es «El amante demoníaco», donde una mujer aguarda a su novio el día de su boda. Aquí, lo interesante es ver cómo, al carecer de datos, al igual que la protagonista, deambulamos con ella, seguimos sus pasos en búsqueda de ese hombre que no sabemos si existe o no, si es un producto de la imaginación de la chica o si realmente ha jugado con ella de la forma más perversa posible: otorgando esperanzas de una vida que nunca tendrá, con la que siempre soñará y que irá persiguiendo en una bajada a la locura de la soledad y la incapacidad de comprender qué es la vida y que un sueño.

Además de los ocho relatos, encontramos tres conferencias fascinantes sobre la creación literaria y, como ya hemos dicho, sobre la repercusión que tuvo su relato «La lotería». Entre las páginas de estas conferencias el lector encuentra los mecanismos creativos de la autora, pero también pequeñas píldoras de sabiduría creativa, consejos sobre cómo escribir y cómo enfrentarse a una historia. Si esas eran las normas que ella seguía a la hora de enfrentarse a la página en blanco, bienvenidos sean los consejos, pues su prosa es elegante, precisa y sabe crear atmósferas sin abusar de obviedades, moviéndose siempre bajo la superficie para remover lo que parece normal y convertirlo en extraordinario, en perturbador. Un libro imprescindible para aquellos que disfruten leyendo entre líneas, dejándose seducir por las sombras extrañas que se ocultan en lo cotidiano y nos inquietan.

Inés Macpherson

Una historia crepuscular, de Stefan Zweig (Acantilado)

11 lunes Abr 2016

Posted by encuentosydesencuentos in Cajón de sastre, Lecturas y reseñas

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Cuadernos del Acantilado, Debolsillo, Editorial Acan, relato, Stefan Zweig, Una historia crepuscular

La editorial Acantilado lleva unos cuantos años demostrando su buen hacer. Nos ha regalado autores y obras extraordinarias. Y lo hace en todos los formatos posibles, incluso en estas pequeñas joyas de la colección Cuadernos del Acantilado, donde encontramos esta obra maravillosa del gran Stefan Zweig, Una historia crepuscular (Acantilado, septiembre de 2015).

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Argumento

Bob es un adolescente que va a pasar el verano en la campiña escocesa con unos familiares. Por su corta edad, cuando acaba la cena no puede ir con los hombres, que hablan de cosas importantes, pero tampoco con las mujeres, pues siente que siempre lo tratan como si fuera un niño y no le hacen caso.

Una noche, Bob sale a dar un paseo por el jardín. Y entonces, su vida cambia, porque recibe la visita de una misteriosa joven, con la que tiene un breve y apasionante encuentro amoroso. La muchacha, que no pronuncia palabra alguna, se esfuma entre las sombras, dejando a Bob con un nuevo universo de sensaciones en su interior, y con una incógnita: ¿quién es ella?

Opinión

¿Quién no se ha enamorado alguna vez en su vida? Todos hemos sentido ese flechazo en algún momento. Pero, ¿alguien recuerda cómo fue la primera vez que se enamoró? ¿Qué pasó por su cabeza, por su cuerpo? Pues bien, Stefan Zweig se lo pregunta y lo expone en este pequeño relato de una belleza y sencillez maravillosas, que nos permite acompañar a Bob en ese intenso viaje hacia el descubrimiento de los sentimientos.

Como en muchos relatos, la historia no nos llega en la primera página. Como si estuviéramos adentrándonos en un cuento clásico, encontramos a un personaje que se dispone a narrarnos una historia que necesita explicarse en la hora del crepúsculo, porque sus sentimientos coinciden con ese momento. Y así, como quien no quiere la cosa, empieza el relato del joven Bob. Quizás por deformación profesional y por cierta tendencia a la lectura del cuento gótico, en el momento en que me encontré ante la aparición de la joven, mi mente pensó que estaba ante un fantasma. Pero no lo era. ¿O sí? ¿Qué ocurre cuando recibimos el beso de alguien a quien no podemos poner cara ni nombre? Que lo buscamos. Es una especie de fantasma que evocamos en cada una de las personas que vemos. Eso hace Bob: intentar encontrar el cuerpo de su particular fantasma. Y en esa búsqueda, en esa evocación del sentimiento nacido del primer contacto, empieza a construirse una historia interior de emociones, que desemboca en un enamoramiento ciego y torpe, que se alimenta de una idea que, con cada día que pasa, va tomando más fuerza en su mente.

La prosa de Zweig, a pesar de las escasas páginas, sabe dibujar perfectamente a los personajes y a esa Escocia fascinante, con sus castillos y su vegetación, que sirve también como otros personajes más. La manera en que expone la evolución de Bob, la manera en que se va construyendo ese amor tan súbito y enfermizo, y cómo descubre lo que eso implica, lo que eso cambia, es magnífica, porque, más allá de su belleza estética, sabe introducir un eco en nuestra memoria, que nos hace ponernos en la piel de Bob y reconocer esa torpeza, esa manera de volcar en una persona un sentimiento que hemos ido construyendo a base de sueños, a base de fantasmas y, sobre todo, de deseo.

Una extraordinaria manera de acercarse a la prosa de Stefan Zweig para todos aquellos que deseen descubrir al autor, pero no sepan por dónde empezar. Es un relato corto pero intenso, y destila maestría en una dosis concentrada. Eso sí, al finalizar la historia, a uno le queda un sabor agridulce. Por un lado, porque la historia es realmente breve y uno se queda con ganas de más. Por otro, porque la melancolía que destila nos hace sentir también ese momento crepuscular, ese instante en el que el día se acaba y también se acaba un libro.

Inés Macpherson
Fuente: Anika Entre Libros (http://www.anikaentrelibros.com/)

Nit de Mots: una noche llena de cuentos

23 viernes Oct 2015

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Anolis Annelore, Boni Ofogo, Cuentos, Ferran Martín, Festival de Narración Oral, Itziar Rekalde, L'Astrolabi, Munt de Mots, Pablo Albo, Rubén Martínez

Un cuento puede ser un suspiro, una historia pequeña que se cuela por tus oídos cuando menos te lo esperas. Un cuento a veces lleva viajando años por el mundo, convertido en tradición oral, compartiendo con aquellos que lo escuchan las historias de antaño, las que recogen culturas que desconocemos y que, a su vez, comprendemos a través del relato. Muchos estudiosos han encontrado paralelismos en las leyendas e historias de países que ni siquiera son vecinos. ¿Por qué? Porque los cuentos se mezclan, se trasladan, se escuchan y se comparten; porque todas las historias beben de una misma esencia: el ser humano.

Un cuento puede quedarse encerrado en un libro, pero cada vez que lo abres, cada una de sus imágenes se escapa y se desliza para quedarse guardado en la memoria. Lo mismo ocurre cuando escuchas un cuento: las manos de una persona dibujan el paisaje, y su voz te transporta a un mundo y a una serie de personajes que, poco a poco, van cobrando vida ante tus ojos.

Desde hace años, bueno, siglos, los cuentos habitan el mundo. Y desde, ahora sí, muchos años, la narración oral se ha ido instalando en Barcelona y otras ciudades, para demostrar que los cuentos no solo son para niños ni tampoco para ser acumulados en un libro. Los cuentos pueden ser para adultos, para adolescentes y para todos aquellos que disfruten de los relatos, tanto tradicionales como literarios, cotidianos o ancestrales, eróticos, de terror o con una buena dosis de humor. Hay cuentos para todos los gustos y lugares donde ir a escucharlos para todos los gustos. Y esos lugares se dan cita durante una semana para llenar de cuentos todos los rincones gracias al Festival de Narració Oral de Barcelona, Munt de Mots, que este año llega a su sexta edición.

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En el marco del festival, L’Astrolabi de Gràcia, un local que lleva años programando música, teatro, cuentos y poesía para las noches barcelonesas, tuvo el placer de acoger, el jueves 22 por la noche, una sorprendente y magnífica sesión de cuentos, bajo el nombre Nit de Mots. En ella se reunieron algunos de los narradores que están participando en esta edición, para compartir historias entre las paredes de este bar que amarró hace casi veinte años en una calle del barrio de Gracia y que sigue ofreciendo cultura y cerveza por partes iguales. Un lugar íntimo que el jueves por la noche se llenó de forma impresionante para disfrutar de las historias de Itziar Rekalde, Ferran Martín, Rubén Martínez, Anolis Annelore, Pablo Albo y Boni Ofogo.

DSC_2355DSC_2360En este rincón de Gracia, Itziar Rekalde nos regaló una historia artesanal; Ferran Martín dejó que los sonidos y los personajes de siempre salieran a pasear por ese bar de marineros y piratas, y Rubén Martínez demostró, para cerrar la primera parte de la sesión, que la fina línea entre el cuento y el canto se puede cruzar sin ningún problema, porque las historias pueden contarse de todas las formas que queramos: con palabras, con mímica, con ilustraciones, pero siempre desde la pasión que él DSC_2368sabe demostrar en cada uno de sus relatos. Por algo él es el responsable de que Barcelona lleve llenándose de cuentos seis años seguidos durante la semana del Festival. Gracias a él, se abre un espacio para conocer y compartir, no solo con los que vienen a escuchar, sino con los que narran, pues algunos de los narradores que participan en el festival vienen de lejos.

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La segunda parte de la sesión tuvimos el placer de escuchar a Anolis Annelore, una narradora francocolombiana que nos regaló dos pequeñas historias, una contada y otra cantada, que demostraron que algunas historias IMG-20151023-WA0003no tienen edades, porque pueden arrancar sonrisas a pequeños y mayores. Después llegó Pablo Albo y su capacidad de arrancar carcajadas a los oyentes con una historia sobre una calle (y es que las calles, señores, tienen muchas historias, pero no todo el mundo sabe encontrarlas). Y por último, Boni Ofogo nos regaló un relato con aires sensuales y tradicionales, una forma DSC_2394perfecta para acabar una noche mágica, donde los cuentos fueron los protagonistas más destacados, pero donde la calidez de este pequeño local también tuvo mucho que ver. Y es que los cuentos a corta distancia siempre tienen algo especial, sobre todo cuando hay tantas ganas de escuchar y compartir historias como ayer. Gracias por una noche difícil de olvidar para las personas que programamos cuentos en el Astrolabi.

Y gracias por seguir contando con nosotros.

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Un cuento para Sant Jordi

22 lunes Abr 2013

Posted by encuentosydesencuentos in Cajón de sastre, Cuentos

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Isabel Alba, Sant Jordi, Un dragón para una princesa

UN DRAGON PARA UNA PRINCESA
De Isabel Alba. Ilustraciones de Jesús Gabán
©LIBRAIRIE LAROUSSE
EDI, 6, S.A. – 1982

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(imatge de http://bzonamarta.blogspot.com.es/2008/04/sant-jordi-malgrat-el-pas-del-temps.html)

Había una vez, hace muy poco tiempo, en un país lejano, un anciano rey que acababa de tener una hija.
La vieja corte gobernada por aquel rey conservaba sus antiguas costumbres; por eso necesitaban, para el bautizo de la niña, un par de hadas. Cuando el rey y la reina eran jóvenes se encontraban hadas, buenas y malas, por todas partes: en las cocinas, en las caballerizas, en los bosques… Hasta en los cuartos de la plancha. El mundo estaba repleto de hadas. Pero ahora que había tan pocas princesas ya no quedaba casi ningún hada. La mayoría se habían marchado a lejanas tierras en busca de nuevos trabajos; otras habían preferido estudiar, dedicarse al deporte o hacerse estrellas de cine.
Los reyes mandaron emisarios por todo su reino en busca de hadas; hasta se ofrecieron inmensas recompensas a quien encontrara alguna. Al fin, una mañana, se presentaron dos: una buena y otra mala, como debía ser.
Los reyes, contentísimos, lo prepararon todo para el bautizo. Hicieron invitaciones para sus amigos, organizaron un enorme banquete y compraron una cuna nueva a la princesita para tan importante día.
Las pobres hadas, aunque conocían perfectamente cuál era su obligación, estaban muy asustadas. Hacía tanto tiempo que no se dedicaban a su oficio que ni siquiera tenía ya varita mágica. Los reyes intentaron animarlas. Su trabajo era sencillo: sólo debían expresar un deseo cada una y ese deseo se tenía que cumplir por encima de todo. A eso se reducía la ceremonia.
Y llegó el gran día.
En el salón de palacio se habían reunido, desde horas antes de la fijada para el bautizo, todos los personajes importantes de la corte. Los reyes, sentados en sus tronos y con la cunita de la princesa a sus pies, esperaban muy emocionados el momento en que deberían aparecer las dos hadas.
Cuando éstas entraron en la habitación se hizo un profundo silencio. Había llegado la hora en que se decidiría el futuro de la princesa. Ambas hadas se acercaron a pasitos lentos a la cuna de la niña. Una vez allí, el hada mala, que sabía muy bien lo que tenía que decir porque lo había leído muchas veces en los cuentos, anunció en voz muy alta para darse más importancia:
-Yo, la única hada mala que queda en este reino, declaro que esta niña, al cumplir los quince años, será raptada por un terrible dragón.
A continuación todos esperaron las palabras del hada buena. Pero ésta, que ya era muy viejecita y estaba algo sorda, no sabía que le tocaba hablar.
El hada mala intentó hacérselo comprender por medio de varios codazos y, como no lo conseguía, le gritó:
-¡¡Te toca a ti!!
-¡Ah, sí! – dijo el hada buena -. Un príncipe rescatará a la princesa y se casará con ella.
Y por si acaso no lo habían oído, repitió muchas veces:
-¡Se casará con un príncipe! ¡Se casará con un príncipe!

La princesa creció feliz hasta los quince años. Era muy inteligente y hermosa y esperaba impaciente el momento en que debería raptarla el dragón.
Pero pasaron los meses y ningún dragón venía a buscarla. Luego pasaron los años, y el dragón continuaba sin aparecer. El rey y la reina estaban desesperados. Si no encontraban pronto un dragón que quisiera secuestrar a la princesa, ningún príncipe vendría a salvarla. La princesa no tendría otro remedio que quedarse siempre en el castillo, soltera y aburridísima.
El problema era que en el mundo ya no quedaban dragones. Por más que habían buscado, no habían encontrado ninguno. Los habitantes de aquel país, que querían mucho a los reyes y a la princesa, se pusieron a pensar y a pensar para encontrar una solución a tan grave problema. Por fin decidieron que, si ya no existían dragones, lo único que se podía hacer era fabricar uno. La técnica estaba muy adelantada, no sería difícil hacer un robot-dragón. Y dicho y hecho. Escribieron a una importante fábrica de robots y ésta les envió las instrucciones sobre «cómo hacer un dragón moderno en su propia casa». El pueblo entero se puso manos a la obra y en menos de un mes había fabricado el dragón más asombroso que jamás se ha visto sobre la tierra. Se trataba de un robot-dragón gigantesco, con mando a distancia. No echaba fuego por la boca como los antiguos dragones pero tenía todas las ventajas modernas. Era capaz de lavar en pocos minutos la ropa sucia del país y repartirla casa por casa limpia y seca en menos de una hora. Llevaba incorporado un despertador electrónico, un radio cassette y hasta televisor en color, y diversos videojuegos para que la princesa no se aburriera mientras tuviese que estar con él en espera de que el príncipe la rescatara. Además, sabía cantar, bailar, tocar el violín y la guitarra eléctrica y hacer fuegos artificiales.
El pueblo estaba encantado con él. En pocos días, no sólo había raptado a la princesa, sino que también había ayudada a las amas de casa en sus trabajos, había entretenido a los niños y había dado tres conciertos en la plaza. Sólo faltaba que el príncipe viniera a rescatar a la princesa.
No muy lejos de allí vivía un rey que tenía un único hijo llamado Penduro. El rey estaba tan harto de la inutilidad de su hijo – que era bastante bruto – que, al enterarse de que al fin la princesa había sido raptada por un dragón, no dudó un minuto y envió a Penduro a salvarla. Casarle con la princesa sería una gran suerte.
Penduro llegó una mañana al país vecino dispuesto a matar a su temible enemigo. Llevaba armadura, espada y escudo. Cuál no sería su sorpresa al encontrarse con que el reino estaba de fiesta. El dragón paseaba por las calles llevando sobre su lomo a la hija del rey. Todos le aclamaban a su paso. Nunca en aquel país había reinado de tal forma la alegría ni se habían divertido tanto como desde la fabricación del robot-dragón.
La aparición de un príncipe dispuesto a terminar con el dragón desagradó hasta a los mismos reyes. Solamente la princesa estaba contenta. Al fin un príncipe, un príncipe de verdad, había venido a rescatarla y a casarse con ella. El combate entre el dragón y su futuro esposo debía celebrarse lo antes posible.
No hubo manera de convencerla de lo contrario; además, no se podía contradecir a las hadas que, cuando ella nació, habían decidido su destino. La lucha se fijó para la mañana siguiente. Pero había un problema. El dragón era de hierro y el príncipe jamás podría vencerlo. Había que buscar un tipo de lucha más igualada. Al fin, alguien tuvo una idea: se jugarían a la princesa al ajedrez. El dragón era un gran jugador de ajedrez y el príncipe tampoco lo hacía mal.
A la mañana siguiente todo el pueblo acudió a la plaza. Allí, en presencia del rey, la reina y la princesa, que estaba muy emocionada, se celebraría el combate. La partida fue reñida. Al principio iban igualados. Luego, el dragón, para darle mayor emoción al juego, permitió al príncipe que le ganara durante un ratito para vencerle al final.
Los habitantes de aquel país eran felices. Su robot-dragón había ganado. El príncipe no tendría más remedio que irse y dejarles en paz. Todo volvería a ser como en los últimos días. Para celebrarlo, tiraron serpentinas e hicieron una fabulosa fiesta.
Pero la princesa no estaba satisfecha. No había derecho a que por culpa de aquel dragón tuviera que quedarse sola y aburrida para siempre. Las hadas habían asegurado que se casaría con un príncipe y no podían equivocarse. El príncipe tampoco era feliz. Le gustaba la princesa y jamás podría volver a su reino sin ella. Su padre se enfadaría con él y le echaría de palacio. Por eso, decidió quedarse durante unos días en aquel país para ver si daba con alguna solución. Y la solución no se hizo esperar.
Una mañana, cuando la reina fue a despertar a la princesa, vio que ésta no estaba en su cama. La buscó por el palacio; la buscó por el jardín; la buscó por todo el pueblo y no la encontró.
Miles de mensajeros fueron de un lado a otro preguntando por ella a todo el mundo. Alguien tenía que haberla visto por alguna parte.
Una mañana apareció un pastor que sabía dónde estaba la princesa. Penduro, el príncipe, se la había llevado a lomos de su caballo blanco en dirección a su reino. El rey y la reina escribieron al padre de Penduro y éste les contestó que la princesa y su hijo se habían casado y vivían felices en su palacio. Los reyes y todos sus súbditos quedaron muy satisfechos. Las cosas se habían solucionado al gusto de todos:

Ellos tenían su dragón y la princesa tenía su príncipe.

Hermoso caos, de Kami Garcia y Margaret Stohl

26 lunes Mar 2012

Posted by encuentosydesencuentos in Cajón de sastre, Lecturas y reseñas

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Hermosa oscuridad, Hermosas criaturas, Hermoso caos, Kami Garcia, Margaret Stohl

HERMOSO CAOS, de Kami Garcia y Margaret Stohl (Espasa)

ARGUMENTO:
Ethan y Lena pensaban que ya se habían acostumbrado a los acontecimientos extraños e imposibles que ocurrían en su Gatlin natal. Sin embargo, al regresar a casa, el concepto “imposible” adquiere un nuevo significado. El Orden de las Cosas se ha roto, y eso conlleva consecuencias.

Plagas de cigarrones (una clase de saltamontes), sequías, oleadas de calor y devastadoras tormentas que asolan la ciudad son algunas de esas consecuencias. Pero no serán las únicas. A medida que pasa el tiempo, algo se intuye: alguien deberá sacrificarse por Gatlin… Pero ¿quién?

OPINION

«Lo correcto y lo fácil no son nunca lo mismo». Pero, ¿cómo saber qué es lo correcto en un mundo de caos? ¿Qué decisión tomar?

Hermoso caos es la tercera entrega de la Saga de las Dieciséis Lunas, que se inició con la impecable Hermosas criaturas y siguió con Hermosa oscuridad. Como en sus anteriores entregas, nos sumergimos a través de sus páginas en el mundo sureño de Gatlin, con sus concursos de tartas, sus bailes de instituto y su fascinación por la historia de la Guerra de Secesión. Pero esta vez, nos encontramos con un Gatlin muy distinto del que nos presentaron las autoras en la primera entrega. Lo que tanto había deseado Ethan ha ocurrido: Gatlin ha cambiado, pero no porque los habitantes hayan buscado ese cambio, sino porque el Orden de las Cosas ha cambiado, el mundo parece condenado a romperse en mil pedazos y Gatlin es el epicentro.

Si en las anteriores entregas el mundo de los Casters y sus Túneles aliñaban el aire sureño con una atmósfera gótica, en este tercer libro los límites entre el mundo de los Mortales y el de los Casters y los Íncubos se han roto y algo oscuro acecha en cada esquina. ¿Qué es? ¿Cómo protegerse de ello? ¿Cómo protegerse del destino? Alguna de esas preguntas debe ser la que se formula la maravillosa Amma – personaje fascinante que está rodeado de un halo mágico que recuerda en cierta medida a personaje de Minerva en la película de Clint Eastwood Medianoche en el jardín del bien y del mal – cuando se ve obligada a visitar Nueva Orleans y perderse en la parte más oscura del mundo de las videntes.

En el marco de esta catástrofe que asola Gatlin y que persigue a sus habitantes, empezamos a conocer y a profundizar realmente en los personajes que nos han acompañado desde la primera entrega y en su papel en el Orden de las Cosas.

Si Hermosas criaturas fue la presentación de Ethan, de Lena y de su mundo, y Hermosa oscuridad empezó a ahondar en las consecuencias de nuestros actos y nuestras decisiones y sobre cómo el sentimiento de culpa se puede arraigar en nuestro interior, en Hermoso caos nos sumergimos en los laberintos emocionales y personales de casi todos los personajes que aparecen en el libro. Si bien es cierto que ya en el primer libro se mostraba la llamada del mundo Caster de Lena hacia la Luz o la Oscuridad – una metáfora fascinante sobre la complejidad y el miedo que supone empezar a comprender quién es uno mismo, empezar a definirse – y en el segundo libro podíamos ver el duro aprendizaje que conlleva saber que todo acto tiene sus consecuencias y que toda elección supone perder algo que no se escoge, en Hermoso caos podemos centrarnos en cada uno de los personajes y en su proceso de aprendizaje y de descubrimiento de uno mismo. Porque de eso trata el paso de la adolescencia a la edad adulta: de decidir, de definirse. Sea uno Caster o Mortal, eso no se puede evitar.

Y el mundo no parece ponerlo fácil, ya que el caos que afecta plagas y sequías también está afectando a los poderes de los Caster y al equilibrio mental de Ethan. O eso cree él. Ethan sigue viviendo sus episodios de visiones y sigue recibiendo mensajes del más allá en forma de canciones. Pero algo ha cambiado en él. Por primera vez, no sabe encontrar respuestas. Y las que va encontrando son tan aterradoras que es mejor mirar a otro lado. Como en otros libros donde el protagonista y narrador de la historia es un chico, como en Reality Check de Peter Abrahams o Paper Towns de John Green, descubrimos que también los chicos tienen miedos y dudas. Y que también ellos son capaces de hacer locuras por amor, demostrando una gran fortaleza y una capacidad de superación que, seguramente, ni ellos mismos conocían. Por eso también es tan interesante el personaje de Link, el mejor amigo de Ethan, quien da un contrapunto humorístico en ciertos momentos, pero que, en esta tercera entrega, demuestra al hombre que hay en su interior. Muy a su pesar.

Otro denominador común en las tres entregas es la aparición de referencias literarias a otros libros, tanto por parte de la bibliotecaria Marian, como en la clase de lengua con la profesora English, quien esta vez les hace leer El Crisol. Como en las anteriores entregas, la elección del libro no es aleatoria. Y es que de la misma manera que Arthur Miller plantea el tema de la justicia y la injusticia en los juicios de Salem, Hermoso caos lanza también preguntas sobre la justicia, sobre quién puede juzgar o no, si es que alguien puede. Y es que, ¿si los peces de la pecera no juzgan a sus iguales, quién puede hacerlo? Quizás nadie pueda. O quizás sólo sea uno mismo quien pueda juzgarse. El hecho es que nada es aleatorio en el mundo creado por Kami Garcia y Margaret Stohl, y en este caso, El crisol está allí por algo. Al igual que las canciones que acompañan a Ethan, que ahora ya no hablan de dieciséis lunas, sino de dieciocho. Y de un destino que no parece ser muy feliz. ¿Podrá cambiarlo?

Esa es una pregunta que el lector podrá contestarse al llegar al final del libro. Un libro que, como sus predecesores, está escrito de forma concisa y con agilidad. Al abrir la primera página no puedes dejar de leer. No es sólo que necesites saber qué les ocurrirá a los personajes que se ocultan entre las páginas; es que no quieres separarte de ellos. Al cerrar el libro sigues preguntándote qué harán después, qué será de sus vidas, esa parte de ellos que ya no se encuentra tras la portada. Y eso es algo magnífico en un libro. ¿Será magia Caster? Podría ser. O quizás estas autoras han encontrado una buena fórmula que han aplicado a una trama más que interesante y a unos personajes creíbles que se quedan junto al lector cuando encuentra el punto final de la historia.

FUENTE: Anika entre libros

La conspiración de Robert Redford

22 jueves Dic 2011

Posted by encuentosydesencuentos in Cajón de sastre, Cine

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La conspiración, Robert Redford

Hace unas semanas, vi una entrevista a los actores protagonistas de La conspiración, de Robert Redford. Creo recordar que fue una de las jóvenes actrices que comentó: «esto no te lo enseñaban en la escuela», refiréndose a la trama histórica por la que navega esta cinta.

Si bien es cierto que no es una película de Oscar ni que tampoco aporta nada nuevo en estilo o en narración, la nueva película de Robert Redford es impecable. Quizás no sea trepidante ni sorprendente; hay quien dice que es incluso obvia, pero eso es algo que le ocurre a muchas películas. En cambio, no todas esas películas obvias, en la que el espectador ya sabe qué ocurrirá y quién es el culpable a los diez minutos, aportan una mirada crítica como lo hace Robert Redford al mirar atrás en la historia de América.

Lo más interesante de esta película no reside en que el final sea sorprendente; uno sabe cuál será el final desde un buen principio. Pero no parece ser la intención de Robert Redfors soprender a los espectadores de esa manera. No parece ni siquiera que pretenda sorprender. Sólo quiere mostrar. Es como si el director abriera una ventana al pasado y nos dejara ver una parte de la historia que, por lo que los actores comentaron en la entrevista, era desconocida o, como mínimo, no muy popular. Vemos una serie de personajes con pasiones y creencias con raíces tan profundas que parecen inamovibles. Un ministro de la guerra (o secretario, no me quedó muy claro el concepto) interpretado por un Kevin Kline austero, encarna la defensa de la patria por encima de todo, y lo hace intentando «defender» la paz del país. ¿Por qué pongo «defender» entre comillas? Porque aquí es donde encontramos el embrión de la crítica que hace Robert Redford a través del personaje del abogado, interpretado por James McAvoy. ¿Dónde está el límite? ¿Se puede uno saltar las leyes y los derechos de las personas porque alguien considera que un juicio rápido y una sentencia dura será la manera de que todos acepten esa supuesta paz? Cuando el abogado, Frederick Aiken, capitán y héroe de guerra unionista, se da cuenta de cuáles son las intenciones del jurado, se plantea una pregunta: ¿por qué ha luchado por unos derechos y unos valores, si a la primera de cambio, los que supuestamente deberían defender dichos derechos y valores se los saltan a la torera?

Por supuesto, hay infinidad de casos y también de películas que muestran las fracturas e la justicia, los rincones oscuros de los juicios. Por eso se podría decir que Robert Redford no está aportando nada especialmente nuevo al género. Sin embargo, consigue mantener el ritmo perfectamente y, con un trabajo de imagen impecable, poco atrevido pero elegante, consigue atrapar al espectador hasta hacer que salga del cine indignado. ¿Porque no esperaba ese final? No. Simplemente porque consigue mostrar, de una forma clara, que el hecho que los intereses de los poderosos pasen no sólo por encima de los del pueblo, sino incluso por encima de la ley, no es algo nuevo de ahora. Ha ocurrido siempre.

«El discruso del rey» o el arte de la perseverancia

13 jueves Ene 2011

Posted by encuentosydesencuentos in Cajón de sastre, Lecturas y reseñas

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El discurso del rey

Hace unos días fui a ver «El discurso del rey», de Tom Hooper. A primera vista, la película narra un episodio muy concreto de la vida de la realeza británica: la problemática que representaba el tartamudeo del Duque de York para su condición social, sus obligaciones públicas y para una posible subida al trono. En sí misma, la historia no parecería más que eso, pero la narración que ha creado Tom Hooper a través del guión de David Seidler consigue que traspasemos la frontera de la anécdota y podamos ahondar en unos personajes cuyo laberinto mental y emocional se va desenredando a lo largo del film.

Visualmente, la película es impecable. Los planos, el vestuario, la iluminación… todo está meticulosamente cuidado. Los actores realizan un gran trabajo. El excelente Geoffrey Rush, en el papel de Lionel Logue, nos da una muestra más de su capacidad de crear personajes excéntricos. Collin Firth consigue mostrar la complejidad emocional de su personaje, su sufrimiento y su miedo, además de un tartamudeo extraordinariamente real, que transmite al espectador la impotencia que él debía sentir.

Llena de diálogos que, sorprendentemente, arrancan sonrisas de complicidad en el espectador, esta película me sorprendió por acabar siendo más de lo que aparentaba.

Christopher Nolan y su «Inception»

23 lunes Ago 2010

Posted by encuentosydesencuentos in Cajón de sastre, Lecturas y reseñas

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Christopher Nolan, Origen

Si en 2000 Christopher Nolan sorprendió con la ingeniosa «Memento», una película en la que protagonista y espectador están perdidos a la par en el entramado de memoria y olvido, en 2010 nos vuelve a traer una pelicula que ahonda en la mente humana. Esta vez no aborda la memoria, sino el complejo mundo de los sueños. Inception («Origen» en nuestras pantallas) ha sido comparada con películas como Matrix, pero hay que recordar que en la película de los hermanos Wachowski, las personas estaban sumidas en un sueño que creían real porque las máquinas necesitaban que los humanos se creyeran vivos para que el cerebro funcionara y ellos pudiera extraer la energía. También podría compararse este film con la miniserie The Prisoner, que presenta a un hombre, 6, que se cree prisionero en un lugar, la Villa (una especie de paraiso donde todo el mundo es feliz y que resulta ser mucho más que todo eso – no lo desvelaremos por si alguien no ha visto el final de la serie), y que pretende escapar a la vida real. Pero, por mucho que se quiera comparar Inception con otras películas, eso no restará originalidad al film. Tanto las novelas como las películas tienen referentes anteriores y se las puede comparar, y no por eso tienen menos interés ni deja de ser un buen producto, como es el caso de esta película.
En la película de Nolan, son otros humanos los que generan una arquitectura para el sueño del sujeto, una arquitectura que el subconsciente del soñador llena con sus secretos. Por supuesto, es un juego arriesgado para los que se introducen en el sueño, ya que pueden perder la noción de la realidad (una escena que ejemplifica a la perfección esto es el «fumadero» de sueños, un moderno fumadero de opio al que acude la gente a compartir sueños y a olvidar que la vida real está ahí fuera).
Desde hace tiempo, en realidad desde la soberbia El secreto de sus ojos de Juan José Campanella, no había salido satisfecha del cine, con la sensación de haber visto una película con un planteamiento y una factura interesante. «Inception» volvió a regalarme esa sensación. Las imagenes elegantes que nos regala (sobre todo las del hotel), esa arquitectura limpia y neutra, incluso los guiños a James Bond y a otros films (a pesar de que se los pueda llegar a considerar como negativos por recortar originalidad a la película), hacen de esta película una obra que además de poder entretener al espectador, lo hace pensar, reflexionar sobre la necesidad de huir de la realidad que tenemos en nuestro mundo. No es necesario que vengan las máquinas de Matrix a obligarnos a vivir una relidad virtual. Esa es una de las ideas que nos muestra Nolan y es de agradecer.

Hablando de Hades

05 miércoles May 2010

Posted by encuentosydesencuentos in Cajón de sastre

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Hoy me he levantado con la idea de hacerle un pequeño homenaje al dios olvidado del Olimpo. Todos hablan de Zeus, incluso de Posidón, pero ¿y Hades? Él forma la triada olímpica con Zeus y Posidón, pero claro, como es el dios de los Infiernos, pues nada, relegado al olvido. O lo que es peor, condenado a ser mancillado por versiones demoníacas o católicas de su figura. Porque, recordemos, Hades era el dios de los Infiernos, que no eran lo mismo que el Infierno de la religión católica. Vayamos por partes.
Cuando los dioses olímpicos se repartieron el imperio del Universo, Zeus se quedó con el Cielo, Posidón con el Mar y a Hades le tocó el mundo subterráneo. En ese mundo subterráneo podíamos encontrar el Tártaro, pero también los Campos Elíseos. El Tártaro era la región más profunda del mundo, incluso más profunda que los Infiernos y era el lugar al que Zeus te enviaba si no te comportabas como es debido. Al Tártaro fueron enviados los enemigos divinos: Urano encerró en el Tártaro a los cíclopes, Zeus hundió a los Titanes en el Tártaro y así sucesivamente. Si alguien retaba a Zeus, éste lo amenazaba con enviarlo al Tártaro, y listos: no había revolución. ¿Y los Campos Elíseos? Pues era el lugar al que iban los héroes. Se dice que una de las diferencias era que las almas que residían en los Campos Elíseos podían volver al mundo de los vivos, mientras que las que residían en el Tártaro no. Así que dentro de los Infiernos estaban tanto buenos como malos; el Infierno de Dante no se basó precisamente en la idea griega del mundo de los muertos, así que no confundamos conceptos.
Pero, en fin, volvamos a Hades. Como dios aparece en el mito del rapto de Perséfone y poca cosa más. ¿Qué pasaba, que por vivir en el mundo subterráneo no podía hacer nada? ¿Mientras Zeus se convertía en diferentes animales para poseer a diferentes mujeres, él se paseaba con su Cancervero por los caminos oscuros de los Infiernos? Es posible. Por eso desde aquí reivindico que el Invisible (el significado de Hades) sea al menos respetado en sus apariciones literarias o fílmicas… Me refiero a su aparición en la nueva versión de «Furia de Titanes», donde se parece más a Hefesto que a Hades. Que quién es Hefesto. Otro día os lo explico.

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