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Encuentosydesencuentos's Blog

~ Un paseo entre cuentos y libros con Inés Macpherson

Encuentosydesencuentos's Blog

Archivos mensuales: agosto 2013

Elysium, dirigida por Neil Blomkamp

26 lunes Ago 2013

Posted by encuentosydesencuentos in Cine

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District 9, Elysium, Jodie Foster, Matt Damon, Minority Report, Neil Blomkamp

Neill Blomkamp nos regaló con District 9 un primer largometraje interesante, con un trasfondo crítico y un buen guión. Elysium es su segundo largometraje y, de nuevo, vuelve a meter el dedo en la llaga. Porque Elysium puede ser una película de acción, puede tener una trama final muy mal planteada y un desenlace algo lamentable, pero es, ante todo, una alegoría sobre la realidad actual, sobre una sociedad donde la brecha entre los ricos y los pobres cada vez se abre más, en la que cada vez parece que los que explotan, especulan y estafan a la gente quedan impunes, se les premia y hasta se les aplaude; una sociedad en la que se pisotea al prójimo para mantener un estilo de vida, sin importar que estemos destruyendo el bienestar de familias, de ciudades o de países enteros, sin importar que estemos convirtiendo el planeta en un basurero estéril, explotando todos sus recursos sin pensar en el futuro, porque sólo nos importa nuestro estilo, nuestro bienestar; al resto, que les den. Esta es la premisa de Elysium, una vuelta de tuerca a una realidad palpable que el director y guionista Neil Blomkamp ha sabido llevar a un extremo distópico en el que los ricos han abandonado la tierra y viven en un paraíso artificial, mientras el resto de la humanidad es explotada para mantener ese estilo de vida perfecto del que ellos jamás podrán beneficiarse.

ElysiumPero, como a menudo pasa con estas películas, la acción devora la temática de fondo y acaba convirtiendo una buena idea en algo más plano de lo que debería ser. Podríamos decir que la primera hora de esta película está bien compensada y muy bien llevada. La presentación de los personajes y la diferencia de vida entre los que habitan la Tierra y los que habitan Elysium es impactante (una curiosidad: si vas a ver la película en versión original, descubres que en Los Ángeles muchos hablan en español, y en Elysium, algunos pijos hablan francés). El protagonista de esta historia, Max (interpretado por un correcto Matt Damon), es un niño que creció sin padres, soñando con vivir en Elysium y hacer algo grande con su vida, que ha acabado siendo un exconvicto que trabaja en una cadena de montaje y que sigue teniendo el mismo sueño, cada vez más lejano. Por otro lado tenemos a Delacourt (interpretada por Jodie Foster), una irritante Ministra de Defensa de Elysium que es de todo menos comprensiva. Ambos personajes están bien trazados y la acción, hasta cierto punto, también está bien llevada. Pero, de repente, hay un giro absurdo en el guión, y personajes planos que parecían no tener ningún papel principal toman una importancia absurda, llevando la acción a extremos ridículos y desaprovechando a la maquiavélica Jodie Foster, que queda relegada a un segundo, por no decir último, plano.

Sin embargo, más allá de los fallos en el guión, de las resoluciones planas y algo absurdas de ciertos aspectos de la trama y de alguna que otra situación poco creíble, Elysium es una de esas películas que te hace pensar, de la misma manera que lo hicieron films como La isla o Minority Report, ambas con muy buenas ideas pero muy mal resueltas. Y es que a veces es interesante ir más allá de la película misma y tomar prestadas las preguntas que te lanza para darle un poco al coco. En la película de Spilberg, la existencia de los precocs y de la posibilidad de detener a los criminales antes de que cometieran el crimen planteaba una duda filosófica fascinante sobre el libre albedrío, sobre la capacidad de los seres humanos de tomar decisiones: ¿y si al final el criminal se arrepiente en el último momento y no comete el crimen? Si lo detienes antes, ¿cómo sabes lo que podría haber decidido? ¿Es culpable alguien sólo por pensar en cometer un crimen o hay que esperar a que lo cometa? Y la pregunta que más veces se utiliza en estos casos: ¿harías que los padres de un dictador y genocida como Hitler no se conocieran o no nacieran para que él no llegara al mundo? En el caso de La isla, Michael Bay nos planteaba una horrible realidad donde se acababa con la vida de seres humanos para poder dar un órgano en buen estado a otro ser humano que había pagado por él. Su sociedad era una que vivía de espaldas a la realidad: por desgracia, el cuerpo envejece, enferma, y muere. En esa sociedad, solo los ricos podían permitirse un clon para mejorar su vida o para conseguir el hijo que ellos no podían tener. Algo parecido ocurre en Elysium: solo los ricos tienen derecho a tratamientos médicos de última generación que pueden vencer todas las enfermedades (incluso algunos males que parecen imposibles de curar y que no desvelaremos porque forma parte de los minutos finales de la película y es una de esas escenas absurdas que vale la pena ver sin saber nada). Pero no es la única injusticia que plantea el guión de Neill Blomkamp, ni la única pregunta que uno se puede plantear al salir del cine.

Quizás no sea una gran película, ni esté a la altura de District 9, pero está claro que a este director le gusta plantear guiones donde observar una parte de nuestra sociedad llevada al extremo, quizás con la intención de que alguien piense en alguna otra alternativa que impida llegar precisamente a un extremo tan trágico. No digo que vaya a existir un Elysium fuera de la Tierra como en la película, pero sí habría que empezar a preguntarse a dónde va nuestra sociedad y a dónde queremos nosotros que realmente vaya.

El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares, de Ransom Riggs

26 lunes Ago 2013

Posted by encuentosydesencuentos in Lecturas y reseñas

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Editorial Noguer, El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares, Ransom Riggs, Tim Burton

Cuando apareció en octubre de 2012 la edición en castellano de Miss Peregrine’s Home for Peculiar Children, de Ransom Riggs (Editorial Noguer), tuve ganas de comprármelo. Pero como siempre ocurre en estos casos, tenía tantos libros pendientes de lectura, que lo dejé pasar. Después descubrí que se estaba comentando la posibilidad de que Tim Burton llevara el libro a la gran pantalla, y decidí que si a Burton le había llamado la atención, algo peculiar debería tener la historia, valga la redundancia. Así que me agencié un ejemplar y a leer. Una vez terminada la lectura, debo decir que comprendo que se haya sentido atraído por la atmósfera de la novela y por alguno de esos personajes “peculiares”. Es una de esas historias que precisamente el creador de Eduardo Manostijeras o Big Fish puede llevar a la gran pantalla, aunque espero que tenga en mente esas dos obras maestras y no el desastre de Sombras tenebrosas. Pero eso ya es otra historia.

miss peregrine

ARGUMENTO

Al abuelo de Jacob le gustaba explicar historias a su nieto. Cuanto éste era pequeño, escuchaba con avidez los relatos del pasado de su abuelo, cómo vivió en una casa para niños especiales, en una isla maravillosa en la que siempre hacía buen tiempo; cómo todos sus compañeros de infancia tenían alguna que otra peculiaridad, un don especial; y cómo se fue de ese maravilloso hogar para luchar contra los monstruos que querían acabar con ellos. Para ilustrar sus relatos, el abuelo de Jacob enseñaba a su nieto un montón de fotos extrañas, que resultaban fascinantes para la mente de un niño de cinco o seis años, pero que poco a poco fueron dejando de interesarle. Es más, Jacob llegó a la conclusión de que todas esas historias eran inventadas y que su abuelo le estaba tomando el pelo. Dejó de creer en él y en sus cuentos.
Con dieciséis años, Jacob casi ha olvidado esas historias. Las escucha de vez en cuando, sobre todo cuando el abuelo tiene alguno de sus ataques. Está perdiendo la cabeza, se olvida de las cosas y parece que ahora es él quien cree que esas historias son reales. Pero, ¿y si lo son?
La trágica y violenta muerte del abuelo hace que Jacob empiece a tener pesadillas. Puede ver a la perfección el rostro de uno de esos monstruos de los que tanto le hablaba el abuelo cuando era joven. ¿Y si no son imaginaciones suyas? ¿Y si realmente había un monstruo cerca del cadáver de su abuelo? ¿Y sus últimas palabras antes de morir, qué significaban?
Jacob deberá emprender un viaje para descubrir quién era su abuelo, pero sobre todo para descubrir quién es él y cuál es la verdadera historia de su familia.

OPINIÓN

Es difícil llegar a un veredicto con esta novela. La premisa es muy buena, y alguna de las fotografías son realmente inquietantes, estén o no trucadas. La mitad de las escenas terroríficas de las películas son juegos de luces y sombras y música, es decir, manipulación en estado puro, y sin embargo nos acojonan igual, ¿no? Pues lo mismo puede ocurrir con una foto: todo depende de lo que nosotros queramos creer. Por eso mismo, hay que decir que la novela tiene buen gancho. Pero, por desgracia, parece que tenga dos partes muy diferenciadas, y es precisamente en la segunda parte donde el libro pierde algo de fuerza.

El misterio que se oculta en los relatos del abuelo, el juego entre realidad y ficción inicial, la atmósfera opresiva en la que vive Jacob tras la muerte de su abuelo, sin saber muy bien qué pensar de sí mismo y de su salud mental, o la llegada a esa misteriosa isla de Gales, cubierta por una espesa niebla y con un ambiente inquietante en cada esquina, que culmina en la aparición fantasmagórica del supuesto hogar de Miss Peregrine para huérfanos, son algunos de los ingredientes que hacen que uno siga leyendo sin poder soltar el libro. El mero hecho de estar en una isla desconocida, rodeada de gente extraña, es una gran manera de poner al lector en alerta. Y si a eso le añadimos las descripciones minuciosas de la casa de Miss Peregrine, con toques de oscuridad casi macabra, uno espera estar a punto de adentrarse en una historia de fantasmas. Pero no es así. Y para mí es en ese momento donde la historia pierde fuelle, pierde misterio. No es que no sea buena, pero es menos oscura y misteriosa de lo que me esperaba.

Uno de los motivos por los que esa segunda parte de la novela (es una sensación que tengo yo, no es que la historia esté dividida en dos) puede deberse a que los personajes con los que se encuentra Jacob son un poquito planos y previsibles. Todo lo que él recibe como una sorpresa, no lo es tanto para el lector, pues era de esperar todo lo que se le va revelando a Jacob a medida que pasan los días. Quizás lo más inquietante de esta parte sean los monstruos de los que tanto había hablado Abe, el abuelo de Jacob. Pero se les saca poco partido y, llegada la parte final de la novela, la resolución es demasiado rápida. Aunque deja muchas puertas abiertas para una segunda parte.

El hogar de Miss Peregrine para niños peculiares es una de esas novelas pensadas tanto para público juvenil como adulto, con dosis de misterio y fantasía que podrían haber llegado un poco más lejos y con personajes – exceptuando a Jacob quien, sobre todo al principio, es un cúmulo de nervios y preguntas y dudas fascinante – que se quedan en la superficie. Es una lectura entretenida, con grandes muestras del dominio de la descripción, personajes extraños de los que sólo conocemos sus dones, no su historia, y una trama que empieza muy bien, pero que, en cierto momento, se queda a medias.

El pantano de las mariposas, de Federico Axat

14 miércoles Ago 2013

Posted by encuentosydesencuentos in Lecturas y reseñas

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Áncora y Delfín, Editrorial Destino, El pantano de las mariposas, Federico Axat

Publicada en junio de 2013 por la editorial Destino (Colección Áncora y Delfín), El pantano de las mariposas es la segunda novela de Federico Axat, quien se estrenó en la ficción con Benjamín, en 2010. No es casualidad que esta novela se publique en verano, pues cuando uno se adentra en la páginas de El pantano de las mariposas, lo primero que siente es nostalgia: nostalgia por esos veranos en los que todo era una aventura, en los que descubríamos el mundo con ojos nuevos y en los que, poco a poco, fuimos perdiendo la inocencia, tal y como Sam, Billy y Miranda la perderán tras el verano de 1985. Pero vayamos por partes.

 

EL_PANTANO_DE_LAS_MARIPOSAS

ARGUMENTO

Sam perdió a su madre en un trágico accidente cuando apenas contaba un año de edad. Todavía tiene recuerdos de ese día, fragmentos de memoria en los que aparece el rostro de su madre. También recuerda que, de repente, alguien la sacó del coche y se la llevaron. ¿Quién? Es un misterio. Pero no es el único misterio que acecha en los alrededores de Carnival Falls, pues la madre de Sam no fue la única persona que desapareció tras un accidente. ¿O no fue un accidente?

Pero eso es el pasado y ahora, en 1985, Sam y Billy, su inseparable amigo, tienen un verano por delante para hacer lo que tanto les gusta: hacer excursiones por el bosque, ir en bici, visitar el pantano o construir una casa en el árbol. Pero todo cambia cuando Sam descubre que alguien ha decidido habitar al fin la casa abandonada (y supuestamente encantada) de la calle Marple. Y es que entre los nuevos inquilinos hay una niña, Miranda, que es lo más hermoso que Sam ha visto en su vida. Aunque Billy y Sam forman parte de un mundo alejado del elegante y lujoso universo de Miranda, acabarán haciéndose amigos y juntos descubrirán la fina línea que separa la niñez de la adolescencia. Y juntos también descubrirán la fina línea que separa las aventuras imaginarias de las reales, pues estas últimas tienen un tinte más peligroso, aunque sean capaces de revelar verdades ocultas.

El pantano de las mariposas es una novela de crecimiento y misterio, con ciertos tintes de fantasía, que nos lleva a recordar nuestra infancia y a compartirla con Sam, Billy, Miranda y el mundo que están a punto de descubrir.

OPINIÓN

¿Quién no quiso alguna vez formar parte de los Goonies? ¿O tener un grupo de amigos con los que correr las aventuras que Los Cinco de Enid Blyton corrían en cada libro? ¿O tener la agudeza y el ingenio de los protagonistas de Alfred Hitchcock y los tres investigadores? Salvando las distancias, pues los libros de Enid Blyton no tenían la profundidad ni la complejidad de personajes y trama que presenta este, entrar en el universo que nos regala Federico Axat es como volver a soñar con esa clase de amistad que parece inquebrantable, con esos bosques y esos lugares que marcaron nuestro imaginario y que nos recuerdan el poder de la imaginación, los sueños y las ansias por descubrir el mundo. En el caso de El pantano de las mariposas, esta aventura iniciática tiene un aire oscuro e inquietante, y nos lleva por laberintos reales e imaginarios hasta desembocar en un final sorprendente que hace que el lector se replantee ciertos aspectos de la novela que, hasta la última página, le habían pasado inadvertidos.

Como en las historias de Tom Sawyer y Huckleberry Finn, la amistad es uno de los pilares en los que se sustenta la historia de Sam, Billy Y Miranda. Una amistad que Sam creía imposible, sobre todo porque Miranda proviene de un mundo lejano, el de los ricos, y es difícil imaginar a una niña rica jugando con dos niños de clase baja. Pero, como el saber popular ya nos dice, las apariencias engañan, y Miranda resulta tener las mismas necesidades de amistad y de aventura que Sam o Billy. Lo único que pasa es que la primera vez no va vestida para la ocasión. Pero todo se aprende. También se aprende a querer, a luchar por el otro y a llevar hasta el final las promesas hechas.

Por otro lado, Federico Axat también nos habla de la identidad, del descubrimiento de uno mismo. ¿Qué nos define, el lugar en el que hemos nacido, nuestra familia, nuestros amigos? ¿O somos nosotros quienes nos vamos definiendo a medida que vamos creciendo, a medida que vamos conociéndonos mejor y descubriendo quiénes somos realmente, a pesar de todo lo que nos rodea? No revelaremos ninguno de los secretos que se ocultan en la trama de El pantano de las mariposas, pero cuando uno llega al final, comprende ciertas dudas y ciertos miedos que transmite Sam respecto a su realidad. Todos damos muchas cosas por sentadas, tanto los protagonistas como los lectores. Todos dejamos que la realidad se imponga como única e inamovible, pero, a menudo, tanto la realidad como la ficción se visten de diferentes colores y nos enseñan que todo es posible, y que habitualmente nos dejamos engañar con facilidad para hacer entrar lo que leemos en lo que, supuestamente, es la realidad, lo normal. Pero, hay tantas realidades como personas, así que… imaginad.

Otro aspecto fascinante de la novela es el acercamiento a la oscuridad de algunas personas. Todo el mundo guarda secretos, pero algunos secretos son más profundos y más pantanosos que otros. Una de las encarnaciones perfectas de esta oscuridad del alma es la que el autor nos ofrece con el personaje de Orson, uno de esos matones que, por desgracia, han existido toda la vida y siguen existiendo, pero que, en su caso, parece llevar la crueldad tatuada a fuego en la sangre. Es de esos personajes que, como lector, aborreces, no porque no esté bien estructurado, sino todo lo contrario. Como Sam, le tenemos miedo, pero como lector, lo que queremos es machacarlo vivo.

Y después está la atmósfera. Las descripciones de las casa, del bosque, de los pequeños detalles que no hay que pasar por alto, pues casi todos tienen su papel importante en la trama, están hechas a la medida de la historia. Todo lo que envuelve a los protagonistas, desde esas caras que observan desde las paredes de la mansión de los antepasados de Miranda, hasta los recuerdos que guardan en una caja, tienen un sentido. Y por si fuera poco, sabemos que existen unas luces misteriosas y unas sombras que se mueven en la oscuridad, que Sam vio siendo bebé, y que parecen ocultar mucho más de lo que la gente de su alrededor piensa y malpiensa. Y si no me creéis, leed y juzgad por vosotros mismos.

The East, de Zal Barmanglij

12 lunes Ago 2013

Posted by encuentosydesencuentos in Cine

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Alexander Skarsgard, Brit Marling, Ellen Page, The East, Zal Batmanglij

«Cuando una película podría haber dado mucho más de sí». Ese podría haber sido el subtítulo de The East, dirigida por Zal Batmanglij y escrita por él mismo y por la actriz Brit Marling, con quien el director ya había colaborado en Sound of My Voice. Curiosamente en ambas cintas encontramos historias de infiltrados, pero mientras en una hablaban del complejo mundo de las sectas, en The East se adentran en la vida de un grupo eco-terrorista que ha decidido que los culpables, y no solo de los desastres naturales, no pueden quedar impunes.

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Esta cinta que nos presenta una nueva lectura del clásico «ojo por ojo» es de esas películas bien intencionadas con un mensaje claro, pero un trasfondo mediocre. ¿Por qué? Porque el director convierte al grupo de eco-terroristas en una panda de hippies naifs que además de querer justicia, se bañan todos juntos y en pelotas, porque tener conciencia social y mundial es equivalente, según él, a tener diez años y jugar a la botella para robar besitos a los compañeros. Y me sabe mal decir esto, porque la premisa de la película me parece interesante, sobre todo en un momento social en el que parece que los de arriba siempre se salen con la suya, hagan lo que hagan, y siempre pagan los mismos. La impunidad de los poderosos es algo que revuelve las tripas a cualquiera, y la idea de denunciar esa impunidad en una película me parecía magnífica. Pero por desgracia la cinta acaba siendo demasiado blanca. No le quita mérito al intento, pero podría haber sido más hiriente.

Es el problema de muchas películas con mensaje, de esas que te hacen pensar a la salida del cine: que, a veces, quieren enviar tantos mensajes a la vez que la denuncia queda un poco diluida. Eso sí, es interesante que de vez en cuando la industria del cine y la televisión – una de esas industrias que se supone que llega a todo el mundo y que tiene peso, ya que establecen modas y quizás abran alguna que otra conciencia – puedan poner su granito de arena en la crítica social de este absurdo mundo en el que el ser humano está destruyendo el planeta sin ningún miramiento y encima está jodiendo al prójimo en su propio beneficio sin importar las consecuencias. Ya sé que eso es lo que ha ocurrido siempre… pero, ¿no va siendo hora de poner un poco de cabeza? Si no, ¿a qué nos llamamos seres racionales?

Pero, The East no es solo una película denuncia. Es una mezcla de drama y espionaje industrial que demuestra cuán podridos están todos los estamentos de nuestra sociedad, y que hay que ser muy ingenuo para no pensar que todos y cada uno de ellos lo único que hacen es pensar en sí mismos. Eso le ocurre a la protagonista, Sarah (interpretada por Brit Marling) al descubrir que a sus jefes les importan sus clientes no atrapar a los eco-terroristas. Quizás por eso, o quizás porque el hecho de pasar tanto tiempo con el grupo la cambia, Sarah empieza a tener dudas existenciales sobre lo que es importante realmente. Si todos fuéramos como ella, otro gallo cantaría… Pero para eso está la ficción, ¿no?

En el reparto, además de esta actriz estadounidense, encontramos al sueco Alexander Skarsgard (conocido por su papel de Eric Northman en la serie True Blood y por su papel de Brad Colbert en Generation Kills), a la polifacética Ellen Page y a un elenco de secundarios que juegan su papel correctamente.

The East podría haber sido mucho, pero se queda en buenas intenciones, algo que, actualmente, ya es mucho.

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