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Editorial Minúscula, L'Alatra editorial, La maldidión de Hill House, Netflix, series, Shirley Jackson
Normalmente no hablo de series, pero descubrir que Netflix lanzaba este viernes 12 de octubre una adaptación de la novela de Shirley Jackson, La maldición de Hill House (1959), merece una excepción. Para algunos, esta es la que sentó las bases de lo que podríamos denominar el género de las casas encantadas. Y aunque la novela original simplemente haya servido de inspiración y la forma en que se plantee la trama sea distinta, que el nombre de esta extraordinaria autora aparezca mencionado ya es algo a celebrar, porque puede ser una gran manera de dar a conocer la prosa y la imaginación de una mujer que supo inquietar de forma sutil y elegante. Y por lo que apunta el inicio de la serie, esa sutileza parece estar presente. Por supuesto, cuando lo escrito pasa a la pantalla, hay ciertas sensaciones que no se pueden trasladar, pues pertenecen al lector, pero la atmósfera y lo que transmite esa arquitectura gótica intentan, o al menos eso parece al inicio del primer capítulo, respetar en cierto sentido uno de los elementos clave de Jackson: provocar que sintamos angustia sin ver nada. Insisto, cuando se pasa a lo visual, el terror siempre se viste de otra manera, pero el miedo casi nunca viene de fuera. Está en nosotros, al menos al principio, y eso Jackson lo sabía mostrar de una manera increíble.
Este resurgir de Shirley Jackson, sobre todo en nuestro país, se debe a la extraordinaria labor de dos editoriales, Editorial Minúscula en castellano y L’Altra Editorial en catalán, que han sabido cuidar al lector y despertar su interés con ediciones de una enorme calidad. La editorial Valdemar había publicado, hace algunos años, la novela en la que se inspira la serie de Netflix, La maldición de Hill House, pero ha sido en los últimos años cuando su nombre ha empezado a aparecer en las estanterías de las librerías de forma más asidua. Los maravillosos Cuentos escogidos o Deja que te cuente. Cuentos inéditos, ensayos y otros escritos, publicados por Minúscula, o Siempre hemos vivido en el castillo, publicado también en catalán por L’Altra Editorial, quien, a su vez, ha publicado la versión en catalán de la obra que inspira la serie, La maledicció de Hill House, demuestran que las historias que surgieron de la mente de Jackson siguen vigentes y siguen despertando la fascinación en el lector, más allá de géneros o de etiquetas.
Esta mujer, considerada por muchos como la madre de la literatura de terror contemporáneo, provocó un gran revuelo con su ya mítico relato «La lotería» (relato incluido en Cuentos escogidos), una historia perfectamente hilvanada, que nos conduce a un final brutal, no solo por el final en sí, sino por la forma en que está narrado, por la forma en que los personajes, y por lo tanto el lector, lo viven. Entre algunos de sus “hijos literarios” encontramos a Stephen King o Joyce Carol Oates, dos autores que ya de por sí son una gran carta de presentación.
Así que, sin saber si la serie estará o no a la altura de la novela original, o del universo de Shirley Jackson, saber que Netflix ha creado una serie basada en esta obra, que ya tuvo su adaptación cinematográfica en 1963 de la mano de Robert Wise, es una buena noticia, porque, aunque es posible que sea una esperanza ingenua, puede ser la manera de despertar la curiosidad en aquellos que no la conocían. Porque Shirley Jackson se merece ser descubierta y leída.
¡Feliz sábado y felices lecturas!
Inés Macpherson