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Encuentosydesencuentos's Blog

~ Un paseo entre cuentos y libros con Inés Macpherson

Encuentosydesencuentos's Blog

Archivos de etiqueta: Cuentos

Edgar Allan Poe: 170 años de su muerte

07 lunes Oct 2019

Posted by encuentosydesencuentos in Lecturas y reseñas

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contes, Cuentos, Edgar Allan Poe, Neil Gaiman, Quaderns Crema, Vincent Price

Hoy se cumplen 170 años de la muerte de Edgar Allan Poe. Quien más quien menos conoce este nombre e incluso ha leído alguno de sus cuentos o ha escuchado o recitado ese «Nevermore» que Vincent Price o Neil Gaiman saben pronunciar tan bien cuando recitan The Raven. Para mí, Poe es el escritor que lo cambió todo. De hecho, cambió muchas cosas en el terreno literario, pero hoy quería hablar desde un lugar un poco más personal.

Cuando tenía unos trece años, en clase nos hicieron leer una pequeña recopilación de Edgar Allan Poe. Era la traducción al catalán de Carles Riba editada por Quaderns Crema, y allí descubrí un lenguaje que entendía, pero que a su vez me resultaba extraño; un mundo que reconocía, pero que me hablaba de una oscuridad que me golpeó. Allá estaban «Hop-Frog», «La máscara de la muerte roja», «El pozo y el péndulo» o «El gato negro». Era una recopilación de clásicos. Una recopilación que todavía conservo y que acompaña a todas las otras ediciones que tengo de este autor: en castellano y en catalán, ilustradas o con prólogos magníficos y traducciones de Julio Cortázar.

Poe_Harry Clarke

Ilustraciones de Harry Clarke

¿Por qué supuso un cambio tan importante en mi concepto de lo que era la literatura? Pues porque por primera vez alguien hablaba de las sombras interiores, aquellas que yo intuía, y de los monstruos que generamos o en los que nos podemos convertir. Cuando desde pequeña tienes cierta tendencia a observar el lado oscuro, a mirar la muerte de frente y comprender que la vida no es tan simple ni luminosa como a veces nos quieren hacer creer, descubrir a alguien que habla de los monstruos que llevamos dentro, del horror interior, de la obsesión, del miedo, de la angustia vital que te puede llevar al límite, hace que comprendas que no eres tan extraña como te hacían creer. Cuando te dan permiso para leer historias donde la muerte está tan presente, te sientes un poco menos sola cuando escribes cuentos donde las ciudades se abren en canal para comerse a la gente o las casas te atrapan para que formes parte de las paredes o las ventanas, prisioneros para siempre en una frontera entre la vida y la muerte, observando el mundo, pero sin poder gritar para que alguien te vea. Yo escribía sobre los monstruos que construimos a nuestro alrededor como prisiones, encerrados entre cuatro paredes, interiores y exteriores, de las que no podemos salir o de las que creemos que no se puede salir. Nunca me había imaginado que se pudiera hablar desde el lugar desde el que lo hacía Poe, y me pareció extraordinario, por su manera de crear atmósferas, por la forma en que daba voz a la muerte y a los muertos, a los recuerdos, al olvido; por la manera en que te iba llevando hacia un clímax maravilloso y, a menudo, poético.

Después llegaron Bradbury y Dahl (a quienes descubrí gracias a las clases de inglés, porque a excepción de Poe, el resto de lecturas siempre fueron bastante clásicas), que son los otros pilares literarios que siempre me acompañan. Tres patas de una mesa que acabó por completar Gaiman, quien a veces tiende un puente entre Poe, Bradbury y él mismo, ofreciendo una magia que sabe jugar con la luz y las sombras. Pero, ¿qué tiene Poe que no tengan otros autores? Quizá simplemente me enamoré de su manera de escribir por el momento, por la edad, porque era algo que se alejaba de las típicas historias juveniles que nos hacían leer. Quizá se quedó conmigo porque abrió una puerta que nunca se ha cerrado. Pero, en el fondo, hay que tener en cuenta que Poe, más allá de lo que pudo suponer para mí, fue el primero en muchas cosas. Su Auguste Dupin abrió la puerta a Holmes y a toda una saga de detectives. Y fue el primero en dejar de lado los monstruos exteriores (sin olvidarse de ellos, porque había horrores más allá de la puerta), para adentrarse en el horror interior, los monstruos más humanos que no necesitan volver de la muerte para arañar-nos y vestirnos de angustia.

El narrador en primera persona de muchos de estos relatos te permitía ponerte en la piel del vengativo Montressor y bajar con él a las catacumbas; te permitía descubrir la voz del protagonista de «El corazón delator», quien decía no estar loco mientras podías imaginar como el tono de voz iba aumentando, latiendo más fuerte, como el corazón que había escuchado tantas veces de noche, «con un sonido como el que podría hacer un reloj envuelto en algodón»; te permitía descubrir la angustia de quien sabe que ha perdido la cabeza bajo los efectos del demonio de la intemperancia y ha cometido un crimen atroz mientras intentaba cometer otro igualmente brutal. Poe nos ponía un espejo delante sin intención de desfigurar, sino para que pudiéramos tener presente que, a veces, somos como el personaje de «El extraño» de Lovecraft, y hasta que no nos vemos realmente no somos conscientes de todas las sombras que podemos tener dentro. Siempre es más fácil definir el mundo mediante una dualidad clara, con una frontera entre luz y oscuridad, bien y mal que no admita grises. Pero el terror que inició Poe y que llega a nuestros días nos habla precisamente de todo lo que hay entre medio, de la forma en que alguien que es como nosotros, los llamados normales, puede transformarse.

Cuando, años después, descubrí el placer de la narración oral, decidí dar voz a esas historias que me habían hecho la persona que era, que habían construido mi mundo literario interior y exterior, porque de ellas surgieron muchas otras pasiones en forma de libros. Como narradora, ponerse en la piel de estos personajes es extraordinario, porque necesitas vivir lo que dicen, lo que hacen. He escuchado a Vincent Price recitando a Poe, narrando sus cuentos; también a Neil Gaiman o, en castellano, a Juan Echanove. Lo hacen mucho mejor que una servidora, que simplemente es narradora, no actriz, pero si tuviera que escoger un único autor para narrar el resto de mi vida, probablemente sería Edgar Allan Poe, porque ya llevo muchas de sus historias y de sus palabras conmigo.

Por eso, hoy os dejo un cuento de Poe que narré hace unos años, porque, aunque haga 170 años de su muerte, su voz y sus historias siguen latiendo, como el corazón delator:

 

¡Feliz lunes y Poe-ticas lectures!

Inés Macpherson

Edgar Allan Poe: 170 anys de la seva mort

07 lunes Oct 2019

Posted by encuentosydesencuentos in Lecturas y reseñas

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contes, Cuentos, Edgar Allan Poe, Narracion oral, Neil Gaiman, Quaderns Crema, Vincent Price

Avui fa 170 anys de la mort d’Edgar Allan Poe. Qui més qui menys coneix aquest nom i fins i tot haurà llegit algun dels seus contes o haurà escoltat o recitat aquell «Nevermore» que Vincent Price o Neil Gaiman saben pronunciar tan bé quan reciten The Raven. Per a mi, Poe és l’escriptor que ho va canviar tot. De fet, va canviar moltes coses en el terreny literari, però avui volia parlar des d’un lloc una mica més personal.

Quan tenia uns tretze anys, a classe ens van fer llegir un petit recull de contes d’Edgar Allan Poe. Era la traducció al català de Carles Riba editada per Quaderns Crema, i allà vaig descobrir un llenguatge que entenia, però alhora m’era estrany; un món que reconeixia, però que em parlava d’una foscor que em va colpejar. Allà hi havia «Hop-Frog», «La màscara de la mort roja», «El pou i el pèndol» o «El gat negre». Era un recull dels clàssics. Un recull que encara conservo i que acompanya a totes les altres edicions que tinc d’aquest autor: en castellà i en català, il·lustrades o amb pròlegs meravellosos i traduccions de Julio Cortázar.

Poe_Harry Clarke

Il·lustracions de Harry Clarke

Per què va suposar un canvi tan important en el meu concepte del que era la literatura? Doncs perquè per primer cop algú parlava de les ombres interiors, aquelles que jo també intuïa, i dels monstres que generem o en què ens podem convertir. Quan des de petita tens certa tendència a observar el cantó fosc, a mirar la mort als ulls i comprendre que la vida no és ni tan simple ni tan lluminosa com a vegades ens volen fer creure, descobrir a algú que parla dels monstres que portem a dins, de l’horror interior, de l’obsessió, de la por, de l’angoixa vital que et pot portar al límit, fa que entenguis que no ets tan estranya com et feien creure. Quan et donen permís per llegir històries on la mort és tan present, et sents una mica menys sola quan escrius contes on les ciutats s’obren per cruspir-se a la gent o les cases t’atrapen perquè formis part de les parets o les finestres, presoner per sempre d’una frontera entre la vida i la mort, observant el món però sense poder cridar perquè algú et vegi. Jo escrivia sobre els monstres que construïm al nostre voltant com a presons, tancats entre les quatre parets, interiors i exteriors, d’on no es pot sortir, o d’on es creu que no es pot sortir. Mai havia imaginat que es pogués parlar d’es d’on ho feia Poe, i em va semblar extraordinari, per la seva manera de crear atmosferes, per la forma en què donava veu a la mort i als morts, als records, a l’oblit; per la manera en què t’anava portant fins a un clímax meravellós i, sovint, poètic.

Després van arribar Bradbury i Dahl (que vaig descobrir gràcies a les classes d’anglès, perquè excepte Poe, la resta de lectures sempre van ser força clàssiques), que són els altres pilars literaris que sempre m’han acompanyat. Tres potes d’una taula que va acabar completant Gaiman, qui sovint fa de pont entre Poe, Bradbury i ell mateix, oferint una màgia que sap jugar amb les llums i les ombres. Però, què té Poe que no tinguin d’altres autors? Potser simplement em vaig enamorar de la seva manera d’escriure pel moment, per l’edat, perquè era quelcom que s’allunyava de les típiques històries juvenils que havia llegit. Potser es va quedar amb mi perquè va obrir una porta que mai més s’ha tancat. Però, en el fons, cal tenir en compte que Poe, més enllà del que pogués suposar per a mi, va ser el primer en moltes coses. El seu Auguste Dupin va obrir la porta a Holmes i a tota una saga de detectius. I va ser un dels primers en deixar de banda els monstres exteriors (sense oblidar-se d’ells, perquè també hi havia horrors més enllà de la porta), per endinsar-se en l’horror interior, els monstres més humans que no necessiten haver tornat de la mort per esgarrapar-nos i vestir-nos d’angoixa.

El narrador en primera persona de molts d’aquests relats et permetia posar-te en la pell del venjatiu Montressor i baixar amb ell a les catacumbes; et permetia descobrir la veu del protagonista de «El cor delator», que deia no ser boig mentre podies imaginar com el to de veu anava augmentant en ritme, bategant més fort, com el cor que tants cops havia escoltat, «amb un so com el que un rellotge fa embolicat en cotó»; et permetia descobrir l’angoixa de qui sap que ha perdut el cap sota els efectes del dimoni de la intemperància i ha comés un crim atroç mentre intentava cometre un altre igualment brutal. Poe ens posava un mirall davant sense ànim de desfigurar, sinó perquè poguéssim tenir present que, a vegades, som com el personatge de «L’estrany» de Lovecraft, i fins que no ens veiem realment no som conscients de totes les ombres que podem tenir a dins. Sempre és més fàcil definir el món mitjançant una dualitat clara, amb una frontera entre llum i foscor, bo i dolent que no admeti grisos. Però el terror que va iniciar Poe i que arriba fins ara ens parla precisament de tot el que hi ha entremig, de la manera en què algú que és com nosaltres, els anomenats normals, pot transformar-se.

Quan, anys després, vaig descobrir el plaer de la narració, vaig decidir donar veu a aquelles històries que m’havien fet la persona que era, que havien construït el meu món literari interior i exterior, perquè d’ells van sorgir moltes altres passions en forma de llibre. Com a narradora, posar-se en la pell d’aquests personatges és extraordinari, perquè necessites viure allò que diuen, allò que fan. He sentit a Vincent Price recitant a Poe, narrant els seus contes; també a Neil Gaiman o, en castellà, a Juan Echanove. Ho fan molt millor que una servidora, que simplement és narradora, no actriu, però si hagués d’escollir un únic autor per narrar la resta de la meva vida, probablement seria Edgar Allan Poe, perquè ja porto moltes de les seves històries i les seves paraules amb mi.

Per això, avui us deixo un conte de Poe que vaig narrar ja fa uns anys, perquè encara que faci 170 anys que va morir, la seva veu i les seves històries segueixen bategant, com el cor delator:

Bon dilluns i Poe-tiques lectures!

Inés Macpherson

¿Pueden suceder tales cosas?, Ambrose Bierce (Valdemar)

12 martes Mar 2019

Posted by encuentosydesencuentos in Lecturas y reseñas

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Ambrose Bierce, ¿Pueden suceder tales cosas?, Cuentos, Editorial Valdemar

Cuando uno abre las páginas de ¿Pueden suceder tales cosas? Cuentos fantásticos completos, de Ambrose Bierce (Valdemar, colección gótica; primera edición, marzo de 2005; tercera impresión, octubre de 2012), uno encuentra una pequeña introducción titulada «Noticias sobre el autor». Y lo que más llama la atención al empezar a leer es el interrogante que aparece junto a la fecha de la muerte del autor. Y es que Bierce desapareció en misteriosas circunstancias. En 1913, cruzó la frontera con México e inició un viaje sin retorno del que se desconocen motivos y desenlaces y que ha hecho correr ríos de tinta, como señalan los editores. De hecho, el escritor mexicano Carlos Fuentes se inspiró en la figura de Bierce para escribir su Gringo viejo (obra que, años después sería llevada al cine por Luis Puenzo e interpretada por Gregory Peck y Jane Fonda).

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Cuando uno cierra el libro, tiene la extraña sensación de que un hombre que escribía así, tenía que convertirse también en un personaje de historia, en una elucubración de ficción. Porque, ¿pueden suceder tales cosas? A él sí, porque las imaginó. Y supo imaginar de una forma extraordinaria, porque consiguió aunar terror, sátira y humor negro en un mismo espacio. «Bitter Brice», apodo con el que lo llegaron a conocer sus contemporáneos, luchó en la Guerra de Secesión, fue periodista y, como este volumen de cuentos y otros libros indican, escritor. Y no uno cualquiera, porque más allá de su calidad, que la tiene, también hay que tener en cuenta la manera en que su obra se coló en la de otros.

La importancia y la influencia de Bierce se pueden ver en la forma en que recogen sus referentes otros escritores. Uno de los ejemplos más claros es el de Robert W. Chambers, en su El rey amarillo. Relatos macabros y terroríficos, también publicado por Valdemar, quien recoge algunos conceptos y nombres que aparecían en los cuentos de Bierce, como Carcosa (nombre que hace unos años llegó al gran público, junto al del rey amarillo, gracias a la primera temporada de la serie True Detective), Hali o Hastur, que aparecen en «Una habitación de Carcosa» y «Haïta, el pastor». Pero también se puede intuir en la obra de Bierce un guiño a autores pasados, como ocurre con «El funeral de John Mortonson», donde la imagen final puede hacernos pensar en alguno de los relatos de Poe.

Creo que uno de los aspectos más interesantes de los cuentos de Bierce es que casi siempre encontramos en sus historias un elemento que nos hace sonreír. Es una sonrisa macabra, como la que nos arranca la confesión narrada en uno de los fragmentos de «El club de los parricidas», cuando el joven va a explicar lo que ha hecho y se encuentra con un comisario comprensivo, porque él también es un asesino. Está explicado de tal manera que es casi imposible no sonreír. Es después cuando uno comprende el horror, tanto de lo escrito como de la sonrisa. Por suerte, a veces la sonrisa nace de un lugar más amplio, oscuro igualmente, pero desde un humor más abierto, como ocurre con el relato «El hombre y la serpiente», cuyo giro final es magnífico.

Entre los cuarenta y dos relatos que componen esta antología extraordinaria, encontramos obras que se adentran en lo macabro, en tumbas y cementerios, como «Una noche de verano»; otras, como «El maestro de Moxon», saben jugar con la ciencia ficción y nos presentan autómatas que deberían ser simplemente máquinas, pero cuyo comportamiento es tan humano como el nuestro, con todas sus consecuencias. También encontramos casas encantadas, fantasmas, asesinos… y muertos, muchos muertos. La muerte está presente, quizás porque la vio de cerca en la guerra, quizás porque es uno de esos temas que se adhiere al terror y que va tomando diferentes formas. Pero está allí, como también está el humor. Y es esa mezcla, esa manera extraña de hilvanar las sombras y esa risa oscura que se escucha de fondo, riéndose desde la oscuridad, lo que hace que Bierce sea tan fascinante. Sí, señoras y señores, pueden suceder todas esas cosas. Y más, muchas más, si deciden abrir este libro y dejar que la pluma de Bierce los lleve de la mano por esta inquietante galería.

¡Feliz martes y felices lecturas!

Inés Macpherson

En clau femenina

04 lunes Mar 2019

Posted by encuentosydesencuentos in Cuentos, Sesiones de cuentos

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8 de marzo, Biblioteques de Barcelona, Cuentos, En clau femenina, En clave femenina, sesión de cuentos

Aquest narç hi ha moltes iniciatives per donar veu a la dona. Més enllà dels actes del 8 de març, durant tot el mes hi ha activitats, com les que proposa la llibreria La Carbonera, al Poble-Sec, on es celebra un #marçlila.

Com a narradora, jo podré posar el meu granet de sorra amb la sessió «En clau femenina» a diferents biblioteques de Barcelona.

En clau femenina

EN CLAU FEMENINA

L’univers femení és gran, tant a dins com a fora del paper. Hi ha qui l’ha volgut contenir, com a la dona mateixa. Però hi ha qui ha utilitzat la paraula per recordar, per assenyalar el dolor o per donar la possibilitat de lluita que, a vegades, no han tingut. Com a homenatge a la lluita que segueix portant a terme la dona per la igualtat de drets, per esborrar la violència de gènere o per ser respectada, oferim un petit recorregut per alguns relats protagonitzats per dones. Històries que parlen de la violència, de la submissió, de l’abandó, però també de la rebel·lió, la lluita i les ganes de ser lliures.

Textos d’Edith Wharton, Ángeles Mastretta, Samantha Schweblin, Mario Benedetti, Roald Dahl…

Us esperem,

Inés Macpherson

***

Este mes de marzo ofrece muchas iniciativas para dar voz a la mujer. Más allá de los actos del 8 de marzo, durante todo el mes hay actividades, como las que propone la librería La Carbonera, en Poble-Sec (Barcelona), donde se celebra el #marçlila.

Como narradora, yo podré poner mi granito de arena con la sesión de cuentos «En clave femenina» en diferentes bibliotecas de Barcelona.

EN CLAVE FEMENINA

El universo femenino es grande, tanto dentro como fuera del papel. Hay quien ha querido contenerlo, como a la propia mujer. Pero hay quien ha utilizado la palabra para recordar, para señalar el dolor o para ofrecer la posibilidad de lucha que, a veces, no han tenido. Como homenaje a esa lucha que sigue llevando a cabo la mujer por la igualdad de derechos, por borrar la violencia de género o por ser respetada, ofrecemos un pequeño recorrido por algunos relatos protagonizados por mujeres. Historias que hablan de la violencia, de la sumisión, del abandono, pero también de la rebelión, la lucha y las ganas de ser libres.

Textos de Edith Wharton, Ángeles Mastretta, Samantha Schweblin, Mario Benedetti, Roald Dahl…

Os esperamos.

Inés Macpherson

Lucia Berlin, una escritora a reivindicar

24 miércoles Oct 2018

Posted by encuentosydesencuentos in Lecturas y reseñas

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Cuentos, Editorial Alfaguara, L'Altra Editorial, Lucia Berlin, Manual para mujeres de la limpieza, Un vespre al paradís, Una noche en el paraíso

Hace unos días se celebró el día de las escritoras. Pero las voces literarias, sean masculinas o femeninas, se pueden reivindicar todos los días. Por eso, aprovechando que en breve Lucia Berlin volverá a las librerías, publicada en castellano por Alfaguara y en catalán por L’Altra Editorial, creo que este es un buen día, como cualquier otro, para hablar de ella.

En 2016 estas mismas editoriales publicaron Manual para mujeres de la limpieza, el primer libro de Berlin que aparecía en nuestro país. Con él descubrimos no solo a una mujer con una vida digna de convertirse en historia, sino a una escritora que, como muchas otras, sabe escribir desde un lugar profundo y propio. Y es que Berlin utilizaba su propia vida para escribir. Entre sus palabras se iban colando experiencias, traumas, heridas… El dolor, pero también el humor, salpicaba los relatos que narraba con una naturalidad y una sinceridad impresionantes; historias explicadas con crudeza, sin atrezo ni filtros. Directa, salvaje y cómica. Desde las entrañas. Desde la capacidad de mirar el mundo y mirarse a sí misma para encontrar una forma propia de contar la vida.

Una noche en el paraíso

En noviembre aparecerá Una noche en el paraíso (Un vespre al paradís en catalán). Son veintidós cuentos donde probablemente volvamos a encontrar esa mezcla de luz y oscuridad, de humor negro y crudeza, de vitalidad y dolor. Y es que Lucia Berlin es una voz lúcida y cálida que sabe retratar y retratarse desde una ventana abierta al mundo. Sin vergüenza. Con sinceridad. Consciente de que siempre que escribimos volcamos algo de nosotros mismos en el papel. Escribimos desde nosotros. Lo que cambia es dónde ponemos la mirada: dentro o fuera de nosotros. Ella sabía mezclar ambas miradas y convertirlas en parte de su realidad y de su ficción.

Hasta que llegue noviembre, podéis disfrutar de su Manual para mujeres de la limpieza. Si ya lo habéis leído, quedan pocas semanas para volver a caminar con ella por esa América que caminó y vivió, impregnándose de ella tanto en la piel como en la tinta.

¡Feliz miércoles y felices lecturas!

Inés Macpherson

Quemar las naves, de Angela Carter (Sexto Piso)

28 viernes Sep 2018

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Angela Carter, Cuentos, Quemar las naves, Sexto Piso

Para aquellos que necesitan argumentos para comprender el poder y la magia de los cuentos, tanto los literarios como los populares, existe un nombre propio que sirve como respuesta: Angela Carter. Si en 2016 Impedimenta publicaba los maravillosos Cuentos de Hadas de Angela Carter, una recopilación de relatos que huyen de las frágiles princesas y las hadas buenas, un año después Sexto Piso publicaba Quemar las naves, los cuentos completos de esta narradora británica que supo jugar con el relato hasta convertirlo en algo más.

Quemas las naves

Quemar las naves empieza con un prólogo de Salman Rushdie que sabe presentar a esta extraordinaria mujer, mezclando vida, estilo y obra en un espacio reducido. Y después encontramos todos los cuentos: la obra temprana, las recopilaciones publicadas y los cuentos no antologados. Quizás su obra más conocida en este terreno sea La cámara sangrienta, una serie de relatos que reescriben y reinterpretan los cuentos populares con un toque más cruel y una lectura mucho más simbólica. Encontramos una versión de Barba Azul, dos formas distintas de pensar la Bella y la Bestia y varias maneras de mirar a Caperucita Roja y a su lobo (una de las cuales pasó a la gran pantalla de la mano de Neil Jordan y su En compañía de lobos). También tenemos una versión magnífica de la condesa sangrienta, una especie de bella insomne que es, a su vez, reina de los vampiros. Todas y cada una de estas historias demuestran la capacidad que tenía Carter para transformar y dar la vuelta a  unos relatos conocidos por todo el mundo, pero que, a veces, necesitan una visión diferente para comprender todo lo que se oculta al otro lado.

Pero esta mujer no se quedaba únicamente en el mundo del cuento popular. Sus Fuegos artificiales es una recopilación de nueve piezas, muchas de ellas relacionadas con Japón, que ahondan en el mundo de las relaciones en todos los sentidos, de la pareja a la paternidad pasando por relaciones de sumisión con una carga simbólica y estética extraordinarias. Entre las líneas de los relatos encontramos reflexiones, imágenes que sirven para explorar la violencia y la crueldad, pero también la identidad, de una forma intensa y bella. Es difícil escoger una pieza de entre las nueve, pero quizás «Los amoríos de Lady Púrpura» o «Carne y el espejo» sean para mí los más redondos, aunque eso no implica que el resto no lo sean.

Entre los relatos de Venus Negra encontramos otro de los elementos que caracterizan la prosa de Carter, y es su capacidad de mezclar la ficción y la reflexión literaria, algo que hace también en Fantasmas Americanos y maravillas del Viejo Mundo. A veces hay referencias a autores en el título del cuento, como en «El gabinete de Edgar Allan Poe», y otras, como en «Los barcos fantasma. Un cuento de Navidad», «En Pantolandia» o «Cenicienta o el fantasma de la madre», un trabajo de análisis de la historia y sus elementos que va mucho más allá del simple cuento, pues se reflexiona sobre el papel de ciertos elementos culturales que aparecen y que ella sabe estirar hasta encontrar los límites.

Sus cuentos no antologados también son interesantes y tienen un aire gótico clásico que hace que el compendio de relatos sea variado y memorable. Así que si alguien necesita argumentos para comprender por qué los cuentos tienen un poder y una magia única, este es un libro que puede ayudar. Porque, además, lo disfrutas del principio al final. Y recuerdas por qué, en el fondo, a todos nos gusta que nos cuenten un cuento: porque nos transporta de un suspiro a otro universo, a un fragmento de vida que nos traspasa, que nos hace viajar y después nos devuelve a la tierra con un pedazo de mundo más en el bolsillo, en la retina o entre los pliegues de los sueños.

¡Feliz viernes y felices lecturas!

Inés Macpherson

Damas oscuras (Impedimenta)

19 miércoles Sep 2018

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Cuentos, cuentos de fantasmas, Damas oscuras, Impedimenta

Hubo una época, como bien explican los editores de esta antología, en la que los fantasmas poblaron las calles anglosajonas. Durante la época victoriana, la sociedad inglesa vivió una fascinación por lo Oculto, por comunicarse con los espíritus, descubrir los misterios de los seres de ultratumba. Y esa fascinación también se plasmó en la literatura, llenando prestigiosas publicaciones literarias de historias de fantasmas.

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Como su nombre indica, Damas Oscuras. Cuentos de fantasmas de escritoras victorianas eminentes (Impedimenta, noviembre de 2017) es una recopilación de historias de fantasmas nacidos de las mentes femeninas de la época. Como en toda antología, hay autoras que quizás sean más conocidas que otras, pero lo que está claro es que cada una de ellas supo cómo acercarse a los espíritus con su toque personal. Hay historias con presencias más obvias, palpables y perfectamente descritas, pero en otras ocasiones es más una sensación, algo que habita la casa y que nos hiela la sangre, pero nadie sabe describir; simplemente aterra a los protagonistas.

El terror se ha vestido con muchos trajes, ha pasado del papel a la pantalla, ha transitado entre lo sutil y lo salvaje, lo mental y lo más palpable. Estas Damas Oscuras eran de las que sabían adentrarse en la atmósfera, dibujar los espacios, jugar con las estructuras de esas conversaciones junto al fuego para explicar lo imposible, lo que nadie creería si no fuera porque el protagonista lo vivió en primera persona.

Algunas tienen ese aire que Guillermo del Toro supo plasmar a la perfección en su Crimson Peak, como el relato de Elizabeth Gaskell, y otras se pierden más por los páramos y los ríos que pueden llevarse una vida… o traerla. Otros relatos, como el de Mary E. Braddon, Dinah M. Mulock o Violet Hunt, se centran en historias de amor en las que las promesas o las oraciones son llevadas hasta las últimas consecuencias. Hay espacios oscuros y almas atormentadas, pero también hay humor. Es el caso del relato de Charlotte Brönte o de la novela corta de Lanoe Falconer, donde los diálogos entre el marido y el resto de personajes son memorables, ya que él insiste en desmontar todas las visiones del fantasma que sus inquilinos ven. Hay historias con aires detectivescos, otras epistolares y otras en las que las autoras se centran en la sensación, en ese sexto sentido que a veces nos dice, al pasar junto a un edificio, que allí hay algo más que paredes.

Así que si queréis disfrutar de un viaje por el universo de ultratumba victoriano para descubrir las diferentes formas que puede adquirir un fantasma, dejad que estas Damas Oscuras os lleven. No os dejéis confundir por los ojos vacíos de la portada: saben perfectamente dónde van.

¡Feliz miércoles y felices lecturas!

Inés Macpherson

 

Cuentos de Hadas de Angela Carter, de Impedimenta

21 lunes May 2018

Posted by encuentosydesencuentos in Cuentos, Lecturas y reseñas

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Angela Carter, Consuelo Rubio Alcover, Cuentos, Cuentos de hadas de Angela Carter, Impedimenta, Vladimir Propp

Cuentos de hadas de ángela carter

 

 

Título: Cuentos de Hadas de Angela Carter
Editorial: Impedimenta
Traducción a cargo de consuelo Rubio Alcover
3ª Edición: abril de 2017

 

 

 

 

Érase una vez un libro repleto de historias. Un libro construido en su momento con un respeto y una fascinación por el cuento que se respira en cada página y que queda demostrado en las notas finales, donde se explica de dónde surgieron esas historias. Un libro que ha sido traducido por Consuelo Rubio Alcover y editado en castellano por Impedimenta con el mismo cuidado y esmero que Angela Carter puso en la recopilación de estos cuentos de hadas que distan mucho de ser los que han poblado la pantalla de la mano de Disney. Muestra de ello son tanto los relatos en sí como las ilustraciones, de Corinna Sargood, que nos recuerdan ese universo oscuro y luminoso, maravilloso y extraño que puebla los cuentos.

Analizar cada uno de ellos sería imposible y, francamente, creo que innecesario. La magia de estos cuentos reside en dejarse maravillar. Algunos resonarán a otras historias más conocidas, otros nos sorprenderán con un humor o una crueldad que se nos ha hecho creer que no tendrían que estar en los cuentos de hadas. Pero ¿qué son las hadas? ¿Son seres luminosos, bondadosos y con alas de colores que nos ayudan y nos conceden deseos? ¿O son seres que pueblan otro mundo, que pueden llevarnos a otros lugares, engañarnos, recordarnos lo pequeña que es nuestra existencia humana? La magia puede pintarse de muchos colores, tomar muchas formas. Y también las hadas. La gracia de esta recopilación es que hadas, lo que se dice hadas, no aparecen. Tampoco hay princesas frágiles que necesiten ser rescatadas porque son incapaces de valerse por sí mismas. Hay sangre, muerte, incesto, venganza, brujas, hechiceras, mujeres que se metamorfosean y jóvenes decididas. Hay trampas, embustes y astucias; hay humor, algún gramo de extraña violencia y familias raras.

Para los amantes de los cuentos, este es un libro magnífico. El prefacio de Consuelo Rubio Alcover, que es también la traductora, nos presenta autora y obra, pero sobre todo nos recuerda algo que nunca debemos olvidar: siempre encontraremos ecos de un cuento en otro cuento. Estamos hechos de la misma materia y nuestros tabúes son similares. Además, los cuentos, como los mitos y las leyendas, caminan, viajan de la mano y de la boca de muchas personas, se mezclan, se enredan y se transforman. Se pueden contener en el papel, pero siempre, cuando alzan el vuelo de la mano de un narrador, pueden sufrir cambios, buscar refugio en otro cuento hasta crear uno distinto. Angela Carter no pretendía hacer como Propp y vaciar de contenido los cuentos para encontrar su estructura, sus paralelismos. Ella simplemente los reunió para recordarnos que se pueden narrar las mismas historias de forma distinta, y que las protagonistas pueden vestirse de lo que quieran. Porque esto es un canto al universo femenino en todas sus facetas: hay mujeres fuertes y mujeres que reciben un escarmiento por no cumplir su palabra; mujeres engañadas y mujeres que engañan; astutas, traviesas e incluso tramposas. Hay jóvenes, niñas y ancianas. Saltamos de cultura en cultura, encontrando hilos que nos unen y otros que nos alejan, tejiendo un universo narrativo fascinante y divertido.

Estos Cuentos de Hadas de Angela Carter son un regalo. Te hacen reír, te sorprenden, te invitan a reseguir con las manos esos pequeños seres que pueblan las páginas en forma de ilustración… Una pequeña y magnífica colección de historias que, una vez más, nos recuerda que los cuentos también son para adultos.

¡Feliz lunes y felices lecturas!

Inés Macpherson

Las cosas que perdimos en el fuego, de Mariana Enriquez (Anagrama)

03 martes Abr 2018

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Cuentos, Editorial Anagrama, Las cosas que perdimos en el fuego, Mariana Enriquez

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Título: Las cosas que perdimos en el fuego
Autora: Mariana Enriquez
Editorial: Anagrama
Fecha de publicación: febrero de 2016
ISBN: 978-84-339-9806-4

 

 

 

 

¿Cuáles son los límites del género de terror? Con cierto tipo de cine parecía que el terror iba a quedar acotado a una serie de juegos visuales y elementos musicales que te atrapaban en unas redes conocidas, pero igualmente terroríficas. Sin embargo, por suerte el terror es mucho más que eso, sobre todo cuando circula por las páginas escritas. Y es que a veces no se necesitan asesinos ni sangre para generar una sensación de desasosiego, de terror que traspasa lo visual, porque va más adentro, porque lo atraviesa todo.

Como la maravillosa Shirley Jackson, cuyo cuento La lotería demuestra que se puede acojonar a alguien simplemente sugiriendo, simplemente recordando que el mayor monstruo puede estar dentro o tener forma de sociedad, Mariana Enriquez nos demuestra que la extrañeza y el desvío de lo cotidiano puede colarse en nuestra tripa, revolverlo todo y agarrarnos las entrañas para que sintamos un peculiar miedo. No es el miedo de los sustos, de la sangre o de esas atmósferas góticas llenas de terrores cósmicos y fantasmas ancestrales. Es un miedo más humano, más salvaje, más real. Porque nos conecta con la realidad. Porque son pinceladas, momentos concretos en los que, de repente, empiezas a sentir que la autora está jugando con varias capas, con varios estratos en una misma historia: la que te narra la vida y la que mira detrás, la que sabe ver lo que hay al otro lado de nuestras fachadas.

A menudo, cuando hablo de libros compuestos por diversos cuentos, me paro a comentarlos, a analizar o resaltar lo que llama la atención de cada uno de ellos. Pero en este caso no sé si es buena idea. Creo que hay que adentrarse en las páginas de estas historias sin saber, para dejarse llevar por la prosa concisa, hermosa y sólida de esta argentina. En cada cuento hace que entres en un mundo que, aunque quizás no conozcas, ella hace tuyo. Y al invitarte a entrar, te mezclas con esa extrañeza que va asomando poco a poco y se va colando por dentro. Son geografías límite: zonas pobres, barrios que han perdido lo que una vez tuvieron, suburbios… Espacios descritos desde un prisma personal y duro que nos muestran una Argentina múltiple, rasgada y con sombras.

Sus protagonistas son en su mayoría mujeres. En muchos relatos encontramos una primera persona que mantiene cierta distancia, que nos habla como si estuviera un poco lejos, observando, pero a la vez muy cerca, pues la realidad está en ella, la salpica, la vuelve protagonista, la atrae hasta engullirla. Y el terror se viste de obsesión, de cuchilla, de maltrato… un maltrato brutal cuya resolución ignífuga tiene una fuerza y una perturbadora belleza vengativa que resulta inquietante y fascinante a la vez.

Coherentes, con unas voces narrativas fascinantes, duras, a veces burlonas, a veces crueles e incluso dubitativas, los relatos de Enriquez nos hablan de la desigualdad social, del sufrimiento psicológico, de la violencia machista, terrores reales, palpables y visibles que ella tiñe con ese juego de luces y sombras, de realidad y extrañeza que te sacude doblemente, porque ves el límite de lo vivido, de lo que existe, y observas a su vez a dónde te podría llevar.

Un libro impecable de una autora extraordinaria que vale la pena leer y, sobre todo, disfrutar.

¡Feliz martes y felices lecturas!

Inés Macpherson

La historia de tu vida, de Ted Chiang (Alamut)

19 lunes Mar 2018

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Alamut, ciencia-ficción, Cuentos, Denis Villeneuve, La historia de tu vida, La llegada, Ted Chiang

Soy de las personas que, cuando saben que hay una adaptación cinematográfica de un libro, primero leen el texto y luego ven la película. Pero, a veces, uno se entera de que la película es una adaptación después de haberla visto y debe enfrentarse al texto después. Esto me ha ocurrido con los cuentos de Ted Chiang. «La historia de tu vida», el cuento que da título a esta recopilación, es la historia en la que se basa La llegada (Arrival, 2016), dirigida por Denis Villeneuve y protagonizada por Amy Adams y Jeremy Rener. Cuando me enteré en su momento, quise leerlo, pero se fue quedando rezagado en la lista de pendientes. Hasta que, hace unos días, un amigo me pidió que lo leyera porque quería comentarlo conmigo.

La historia de tu vida

Al principio no entendí por qué. Pero entonces empecé a leerlo y lo comprendí. Y es que el estilo literario de Chiang es peculiar, difícil de clasificar. En ciertos momentos parece seco, frío e incluso distante. En otros momentos uno siente que está adentrándose en una selva de palabras, ordenada pero densa. Hay algo mental en su forma de escribir y en lo que escribe, y eso puede hacer que nos cueste entrar en su universo. O quizás es la forma en que se suceden las frases, las descripciones, sobre todo en el primer cuento, «La Torre de Babilonia», donde uno casi se podría perder, no porque estén mal hechas, sino simplemente porque te pierdes.

En todos sus cuentos encontramos temas recurrentes: el poder del lenguaje y de la mente humana; la ciencia y las matemáticas; la religión o la figura de Dios, o el tiempo y todo lo que lo rodea, sea el futuro o la forma en que lo percibimos. Quizás el que se desvía un poco más de este terreno sea el último cuento, «¿Te gusta lo que ves? (Documental)», donde sigue ahondando en la mente humana, pero esta vez centrándose en el tema de la belleza y la percepción en vez de en el lenguaje. Pero lo cierto es que, en general, la sensación que tenemos al leer esta recopilación es la de que estamos ante algo sólido, con las ideas claras.

Como ya comentaba antes, el primer relato es «La Torre de Babilonia». Como el propio autor explica al final del libro, en un anexo en el que expone cómo nacieron las ideas de cada relato, esta historia plantea una visión distinta de la torre de Babilonia. En una Mesopotamia alternativa, se alza esta torre que llega hasta la bóveda celeste, uniendo religión y ciencia en una obra de ingeniería brutal. La historia, narrada por uno de los mineros que debe cavar la bóveda del cielo, es extraña y, reconozco que, al principio, me costó entrar. Pero lo cierto es que consigue algo que ocurre a menudo con los relatos de este libro y es que no sabes si lo interesante es lo que cuenta o lo que subyace, lo que hay más allá de la historia.

El segundo cuento, «Comprende», Chiang juega con las capacidades mentales humanas. ¿Qué pasaría si alguien desarrollara una inteligencia tan superior que pudiera incluso comprender cómo funciona su propio cerebro? ¿Qué pasaría con el lenguaje? ¿Y con nosotros mismos? Chiang sabe llevar esta hipótesis a límites fascinantes. También sobre el lenguaje y los límites de la comunicación habla «La historia de tu vida». Habiendo visto La llegada, es un relato que quizás no sorprenda, pero debo reconocer que, personalmente, creo que es más redondo el relato que la película. ¿Por qué? Porque evita cierto tono dramático que sí parecía destilar la parte final de la historia de Villeneuve. Porque hay una explicación más interesante al funcionamiento del sistema de comunicación de los octópodos y cómo dicho sistema afecta a la capacidad mental de la protagonista. Es conmovedora, inteligente y consigue, además, que el personaje que en la película interpretaba Jeremy Rener tenga mucho más sentido.

También juega con el lenguaje, aunque en este caso con el poder de los nombres, el relato «Setenta y dos letras». En un mundo que podría acercarse al género steampunk, nos encontramos ante una sociedad donde los autómatas pueden emplear tareas gracias a la animación de la materia mediante el uso de letras… o nombres. El arte de la nomenclatura nos muestra la capacidad del ser humano de pensar, investigar, indagar e intentar ir siempre un poco más allá. El joven protagonista, un idealista que pretende ayudar a las clases desfavorecidas con uno de sus inventos, acabará metido en un proyecto de gran envergadura que va mucho más allá de lo que podía imaginar, pues el futuro de la raza humana está en juego. Una historia bien llevada y con una serie de preguntas morales y políticas muy interesantes.

El relato «Dividido entre cero» se acerca al mundo de las matemáticas, y el cuento corto «La evolución de la especie humana» al mundo de la ciencia. El tema de la religión que podía vislumbrarse en el primer relato reaparece en «El infierno es la ausencia de Dios», un cuento que ahonda en un tema complejo y profundo como son las creencias, lo que uno cree que merece, lo que espera o lo que es realmente la vida. ¿Debemos esperar que nos den algo por ser buenos? ¿Debemos buscar la gloria de Dios? ¿Qué es realmente el Infierno?

Cierra el libro un cuento con un formato interesante, pues, como se indica en el título, finge ser un documental. «¿Te gusta lo que ves? (Documental)» realiza una interesante reflexión sobre la belleza y el peso que tiene en nuestra sociedad. ¿Qué pasaría si pudiéramos mirar a las personas sin juzgar su aspecto físico? ¿Cómo sería un mundo sin prejuicios estéticos?

Al acabar el libro sigo sin tener muy claro cómo definir la manera en que escribe Ted Chiang. Pero lo que está claro es que, a nivel temático, sus cuentos plantean una serie de preguntas y de hipótesis muy interesantes.

¡Feliz lunes y felices lecturas!

Inés Macpherson

 

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