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Alianza Editorial, Debolsillo, Ediciones Urano, Editrorial Destino, Fernando Iwasaki, Gamal Ghitany, James Dawson, John Green, Jordi Cantavella, Jordi Olloquequi, La Galera, Michael Ende, Nube de tinta, Puk, Richard Matheson, Rosa dels vents, Sant Jordi, Toni Hill, Valdemar, Víctor del Árbol
Si hay algo que se puede comprar durante todo el año, son libros. No son como la fruta de temporada (aunque eso hace tiempo que parece que tampoco existe y encontramos melocotones en invierno), sino que florecen todo el año en las librerías. Uno puede cogerlos prestados en las bibliotecas, pedírselos a un amigo para que le recomiende algo… Los libros están presentes los 365 días del año y son para todas las edades, colores, gustos y personalidades. Sin embargo, el 23 de abril es el día del libro, ese día en el que, al menos por estos lares, nos lanzamos a la calle a impregnarnos de la palabra escrita. Y aunque es difícil escoger entre todos los libros que uno ha leído durante los últimos meses, y aún más difícil no pensar en los que tiene pendientes en las estanterías, me gustaría hacer mi recomendación personal para estos días, por si alguien no sabe qué libro escoger. Porque Sant Jordi, además de una leyenda, es una fiesta de la literatura y eso siempre hay que celebrarlo.
Empecemos con los libros de relatos. Podría enumerar una lista infinita de antologías de la editorial Valdemar para los amantes del relato de terror y gótico, pero el último que ha caído en mis manos ha sido Pesadilla a 20.000 pies y otros relatos insólitos y terroríficos, de Richard Matheson. La edición va con prólogo de Stephen King y en ella se puede encontrar una muestra del genio de este escritor, que consigue meterte en una atmósfera inquietante con escasas pinceladas, porque sabe que, entonces, ya te tiene atrapado. Otra recopilación de relatos, también con un toque oscuro, pero con un formato más escueto pero igualmente fascinante, es Ajuar funerario, de Fernando Iwasaki (Páginas de Espuma). Son relatos cortos que nos adentran en el mundo del terror, el espanto y lo macabro, pero con un punto de un humor negro que los hace únicos. Y por último, en el terreno del relato, una joya extraordinaria: El espejo en el espejo, de Michael Ende, recientemente publicado por Cátedra. Una obra que une los relatos con la fantasía, la filosofía y la mitología por partes iguales.
Si nos adentramos en el mundo de la novela, hay un sinfín de opciones. Pero como se trata de hacer una selección, intentaré acotar un poco. Para aquellos a quienes les gusta la novela negra y policiaca, la trilogía de Toni Hill (El verano de los juguetes muertos; Los buenos suicidas; Los amantes de Hiroshima), publicada por Debolsillo, pero en un formato un poco más grande que el habitual, es una apuesta magnífica. Alejándose de este género, encontramos a Víctor del Árbol, un autor que sabe crear unas redes de personajes perfectamente hiladas, algo que demuestra tanto en Respirar por la herida (Debolsillo, mayo 2014) como en Un millón de gotas (Destino, mayo 2014).
Para aquellos que prefieren la lectura pausada, la que permite degustar los paisajes, los simbolismos y el paisaje tanto físico como espiritual de una novela, podrán encontrar todo eso en La llamada de poniente, de Gamal Ghitany (Alianza Editorial, octubre de 2014).
Y si se prefiere una novela con toques históricos, El brigadista, de Jordi Cantavella (Rosa dels Vents), es una manera magnífica de adentrarse en el universo de las Brigadas Internacionales.
Y por último, algunas recomendaciones de novela juvenil, aunque la primera que haré no es estrictamente novela. Hace poco, la editorial Urano estrenó nueva imagen para Puk, su sello juvenil, y lo hicieron publicando un libro arriesgado pero muy interesante: Este libro es gay, de James Dawson. Una obra que habla sin tapujos, de forma directa y sincera, sobre la distintas orientaciones sexuales y todo lo que las rodea. Por otro lado, como la lectura no está reñida con el aprendizaje, La Galera ha seguido apostando por la literatura juvenil con un toque de ciencia. Si La puerta de los tres cerrojos, de Sónia Fernández-Vidal, se adentraba en la física cuántica, EXO, de Jordi Olloquequi, lo hace en el mundo de la biología con una novela que mezcla el amor, el rock y algún que otro viaje espacial (y que conste que no solo me refiero al espacio exterior, sino al internior…). Y ya para acabar, no podía faltar John Green, un autor que durante un tiempo pasó desapercibido pero que, gracias a Bajo la misma estrella, consiguió hacerse ver. Nube de Tinta ha seguido publicando sus libros y, aunque todavía no he leído Buscando a Alaska, sí que puedo recomendar Ciudades de papel, una novela sobre la amistad, sobre ese maldito momento en que te das cuenta que te toca crecer y decidir, sobre los sueños que cada uno perseguimos… y sobre la capacidad de ver más allá del papel, del maquillaje que todos llevamos.
Y por hoy, se acabaron las recomendaciones. Espero que disfrutéis de un feliz día del libro y que sigáis descubriendo lo que ocultan los libros durante todo el año. Porque todos, incluso los dragones, queremos que nos cuenten una historia.
Inés Macpherson