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Hace un año, en octubre de 2016, Lumen publicó De la estupidez a la locura. Crónicas para el futuro que nos espera,una recopilación de artículos que Umberto Eco publicó en prensa a lo largo de quince años y que seleccionó personalmente poco tiempo antes de morir. ¿Por qué comparto ahora este libro, cuando redacté esta reseña para Anika Entre Libros hace ya un año? Quizás porque, viendo el panorama actual, los adjetivos que aparecen en el título parecen casi premonitorios. En un momento donde se están perdiendo las formas, se alimenta el odio, los extremos y el desprecio al prójimo, me parecen dos maneras de definir a la humanidad bastante acertadas. O quizás porque ya en su momento, Eco hablaba del peligro de las verdades que no son verdad, de esa post-verdad que ahora se ha puesto tan de moda y que demuestra lo fácil que es engañar, manipular y alimentar las no-ideas, los hooliganismos, si se me permite el término.
Entre estas páginas, el lector podrá encontrar reflexiones filosóficas sobre la sociedad, Internet o el futuro de la educación o la escritura; análisis de la actualidad del momento, tanto desde la perspectiva de los acontecimientos en sí como desde el comportamiento de los protagonistas. Repasa acciones políticas, noticias y programas televisivos y muchos otros temas en un espacio condensado que le permite afilar su pluma y disparar de forma certera.
Existe cierta tendencia a considerar que Umberto Eco es un autor sesudo, denso y complejo. Pues bien, en este recopilatorio de artículos encontramos a un Eco que lleva la contraria a esa afirmación: mordaz, directo, crítico, reflexivo y, sobre todo, dispuesto a mostrar unas dosis de humor que sorprenden y enamoran, pues las utiliza en los temas más diversos, provocando que el lector sonría cuando no era de esperar.
Desde la sociedad líquida de Bauman al análisis del comportamiento político de Berlusconi o Bush, los artículos navegan por una diversidad de temas que se han englobado en distintos apartados. Uno de ellos, titulado A paso de cangrejo, hace referencia a esta extraña dualidad contradictoria a la que nos ha arrastrado un progreso que, a veces, nos lleva precisamente contra dirección. Señala las bondades, pero sobre todo los problemas, de esta sociedad adicta a la visibilidad, a un concepto de notoriedad que nada tiene que ver con el hacer, con el saber, sino con la simple imagen, la velocidad, la banalidad… Reflexiona sobre el peligro de la información no contrastada y la facilidad con la que se afirman y se publican, no sólo artículos, sino libros, donde se defienden ideas y conceptos, incluso científicos, sin que haya alguien que realmente lo respalde. «Los periódicos y los horarios de trenes suscriben con los usuarios un pacto de veracidad […]. ¿Qué sucederá si el instrumento principal de la comunicación del nuevo milenio no es capaz de establecer y hacer observar este pacto?». ¿Cómo enseñar a los jóvenes de hoy en día a discernir, a pensar de forma crítica en vez de absorber todo lo que las pantallas ofrecen?
Hace especial hincapié en los cambios sociales, políticos y culturales, cómo han afectado a la educación, al comportamiento y las relaciones humanas. En estos campos, así como en los artículos en los que analiza la actualidad política del momento, hace reflexiones con un toque ácido, casi radical, que llama la atención y convierte a ese autor que parecía tan distante, tan mental, en un hombre cercano, con una capacidad de relacionar temas y hacer juegos de palabras maravillosos.
Es cierto que, en ocasiones, las referencias a la actualidad y a los programas de televisión son de ámbito italiano (sobre todo en el apartado de La Cuarta Roma), pero tenemos la suerte de que, en muchos casos, nos parecemos mucho a ellos. Además, casi siempre son excusas para reflexionar sobre otros temas que nos tocan a todos de cerca y que resuenan en nuestra actualidad política.
El apartado que da título al libro, De la estupidez a la locura, merece un párrafo propio, porque en pocas páginas se condensan reflexiones para enmarcar, llenas de un humor que, a menudo, es cáustico, pero que regala artículos como «El prodigioso Mortalc», o el que presenta una retahíla de frases del ex-presidente Bush que no tienen desperdicio.
De la estupidez a la locura es un libro interesante, ideal para aquellos que quieran leer unas páginas en el metro o antes de ir a dormir, porque al estar compuesto por artículos cortos, uno puede tomarse una píldora de Eco al día y saborearla sin temor a perderse en la siguiente página, porque cada artículo es sólido y tiene una consistencia propia.
Una buena manera de despedirse del gran Umberto Eco mientras se engrasa el engranaje del cerebro con crítica y humor.
Inés Macpherson
Fuente: Anika Entre Libros