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En noviembre de 2014, B de Block publicó, en su colección Sin límites, una nueva obra de Becca Fitzpatrick, conocida por su saga Hush, Hush. Una novela juvenil que se atreve con el género del thriller para ofrecernos una historia de misterio, tensión y descubrimiento de uno mismo.
ARGUMENTO
Britt y su mejor amiga, Korbie, han decidido pasar las vacaciones de primavera en la montaña, en la cabaña de los padres de Korbie. Como esta quiere ir también con su novio, Bear, sus padres le piden a su hermano, Calvin, que haga de carabina. El problema es que Calvin y Britt tienen su propia historia: estuvieron saliendo juntos durante un tiempo, hasta que Calvin se fue a la universidad y la dejó por teléfono, sin dar explicación alguna.
Aunque a Britt no le hace mucha gracia tener que compartir las vacaciones con Calvin, no está dispuesta a renunciar a sus planes por él. Ni por nadie. Por eso, cuando una tormenta de nieve las sorprende en medio de una carretera, decide ignorar los comentarios sarcásticos y crueles de Korbie sobre su coche y seguir adelante. Pero al final, la naturaleza puede más que la máquina, y deben ir a buscar ayuda.
La encuentran en una cabaña regentada por dos jóvenes, Shaun y Mason, que les ofrecen techo y comida mientras esperan a que pase la tormenta. Pero lo que parecía una reunión amigable acaba convirtiéndose en un viaje en el que Britt tendrá que hacer lo imposible por salvar su vida y descubrir la verdad que se oculta tras los crímenes que se han cometido en la montaña.
OPINIÓN
¿Qué empuja a los personajes de ficción a entrar en casas de desconocidos sin tan siquiera dudar un instante sobre lo absurdo de su acción? Probablemente el hecho de que sean de ficción y tengan tendencia a hacer lo que las personas de la vida real no hacemos, ya que, si no, la mitad de las historias escritas y contadas ni siquiera empezarían. Por suerte para los lectores de thrillers e historias de terror, los personajes dejan siempre a un lado la lógica y se dejan llevar por impulsos que provocan el pistoletazo de salida para el trágico desenlace. Y el caso de Hielo negro no es una excepción, pues aunque todas las señales indican peligro, las dos jóvenes entran en la cabaña de dos desconocidos… Y empieza la tragedia, aunque quizás tragedia sea una palabra demasiado fuerte; dejémoslo en que se desencadena lo inesperado (al menos para ellas, no para el lector, que lo está esperando desde la segunda página y ve cumplidas sus expectativas).
La autora de la serie Hush, hush ha cambiado de registro y se ha lanzado al thriller juvenil, un género que está triunfando en Estados Unidos y que, poco a poco, se está abriendo camino en nuestra tierra. Y lo ha hecho tomando elementos clásicos del género, que ha unido en una novela bien estructurada, aunque algo previsible: tenemos a las dos jóvenes que van de viaje por la montaña; tenemos el elemento externo que impide que sus planes sigan su curso y tenemos al chico bueno y a los desconocidos que harán de buenos samaritanos hasta que muestren, por fin, su verdadera cara. Acudir a elementos clásicos no es nada malo, ni mucho menos, ya que sitúa al lector en una atmósfera conocida en la que sabe por dónde irán los tiros. En estos casos, pero, normalmente uno espera alguna sorpresa, algún giro inesperado. Y en Hielo negro hay un giro, pero tal vez no tan inesperado, aunque igulmente interesante. No desvelaré el desenlace ni mucho menos, pero digamos que la red de engaños y caminos falsos que traza la autora en la trama quizás no acaben de enredar del todo al lector habitual del género, a no ser que quiera dejarse enredar.
A pesar de ello, la novela se lee con facilidad, es ágil y, gracias a los flashbacks que comparte con nosotros la protagonista, Britt, podemos ir conociendo un poco su historia y lo que la ha llevado a ese viaje y a esa lucha por demostrar que es más de lo que la gente piensa. Como trayecto de descubrimiento de uno mismo y de autoafirmación de la propia identidad no está mal, ya que Britt consigue su propósito y comprende, al fin, que es más de lo que su amiga Korbie siempre ha creído. Como thriller, funciona, aunque es un poco light, sobre todo por los largos diálogos entre Britt y Mason, que cortan la tensión y hacen que uno se olvide de las circunstancias reales en las que están los protagonistas.
En definitiva, se trata de un thriller juvenil ligero, con un grado de violencia que no lo hace apto para todas las edades, pero que sabe encontrar el equilibrio entre los crímenes y la historia personal de los protagonistas para que sea una lectura ágil y entretenida, aunque algo previsible para los lectores habituales del género.
Inés Macpherson
FUENTE: ANIKA ENTRE LIBROS (http://www.anikaentrelibros.com/)