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Publicada en junio de 2013 por la editorial Destino (Colección Áncora y Delfín), El pantano de las mariposas es la segunda novela de Federico Axat, quien se estrenó en la ficción con Benjamín, en 2010. No es casualidad que esta novela se publique en verano, pues cuando uno se adentra en la páginas de El pantano de las mariposas, lo primero que siente es nostalgia: nostalgia por esos veranos en los que todo era una aventura, en los que descubríamos el mundo con ojos nuevos y en los que, poco a poco, fuimos perdiendo la inocencia, tal y como Sam, Billy y Miranda la perderán tras el verano de 1985. Pero vayamos por partes.

 

EL_PANTANO_DE_LAS_MARIPOSAS

ARGUMENTO

Sam perdió a su madre en un trágico accidente cuando apenas contaba un año de edad. Todavía tiene recuerdos de ese día, fragmentos de memoria en los que aparece el rostro de su madre. También recuerda que, de repente, alguien la sacó del coche y se la llevaron. ¿Quién? Es un misterio. Pero no es el único misterio que acecha en los alrededores de Carnival Falls, pues la madre de Sam no fue la única persona que desapareció tras un accidente. ¿O no fue un accidente?

Pero eso es el pasado y ahora, en 1985, Sam y Billy, su inseparable amigo, tienen un verano por delante para hacer lo que tanto les gusta: hacer excursiones por el bosque, ir en bici, visitar el pantano o construir una casa en el árbol. Pero todo cambia cuando Sam descubre que alguien ha decidido habitar al fin la casa abandonada (y supuestamente encantada) de la calle Marple. Y es que entre los nuevos inquilinos hay una niña, Miranda, que es lo más hermoso que Sam ha visto en su vida. Aunque Billy y Sam forman parte de un mundo alejado del elegante y lujoso universo de Miranda, acabarán haciéndose amigos y juntos descubrirán la fina línea que separa la niñez de la adolescencia. Y juntos también descubrirán la fina línea que separa las aventuras imaginarias de las reales, pues estas últimas tienen un tinte más peligroso, aunque sean capaces de revelar verdades ocultas.

El pantano de las mariposas es una novela de crecimiento y misterio, con ciertos tintes de fantasía, que nos lleva a recordar nuestra infancia y a compartirla con Sam, Billy, Miranda y el mundo que están a punto de descubrir.

OPINIÓN

¿Quién no quiso alguna vez formar parte de los Goonies? ¿O tener un grupo de amigos con los que correr las aventuras que Los Cinco de Enid Blyton corrían en cada libro? ¿O tener la agudeza y el ingenio de los protagonistas de Alfred Hitchcock y los tres investigadores? Salvando las distancias, pues los libros de Enid Blyton no tenían la profundidad ni la complejidad de personajes y trama que presenta este, entrar en el universo que nos regala Federico Axat es como volver a soñar con esa clase de amistad que parece inquebrantable, con esos bosques y esos lugares que marcaron nuestro imaginario y que nos recuerdan el poder de la imaginación, los sueños y las ansias por descubrir el mundo. En el caso de El pantano de las mariposas, esta aventura iniciática tiene un aire oscuro e inquietante, y nos lleva por laberintos reales e imaginarios hasta desembocar en un final sorprendente que hace que el lector se replantee ciertos aspectos de la novela que, hasta la última página, le habían pasado inadvertidos.

Como en las historias de Tom Sawyer y Huckleberry Finn, la amistad es uno de los pilares en los que se sustenta la historia de Sam, Billy Y Miranda. Una amistad que Sam creía imposible, sobre todo porque Miranda proviene de un mundo lejano, el de los ricos, y es difícil imaginar a una niña rica jugando con dos niños de clase baja. Pero, como el saber popular ya nos dice, las apariencias engañan, y Miranda resulta tener las mismas necesidades de amistad y de aventura que Sam o Billy. Lo único que pasa es que la primera vez no va vestida para la ocasión. Pero todo se aprende. También se aprende a querer, a luchar por el otro y a llevar hasta el final las promesas hechas.

Por otro lado, Federico Axat también nos habla de la identidad, del descubrimiento de uno mismo. ¿Qué nos define, el lugar en el que hemos nacido, nuestra familia, nuestros amigos? ¿O somos nosotros quienes nos vamos definiendo a medida que vamos creciendo, a medida que vamos conociéndonos mejor y descubriendo quiénes somos realmente, a pesar de todo lo que nos rodea? No revelaremos ninguno de los secretos que se ocultan en la trama de El pantano de las mariposas, pero cuando uno llega al final, comprende ciertas dudas y ciertos miedos que transmite Sam respecto a su realidad. Todos damos muchas cosas por sentadas, tanto los protagonistas como los lectores. Todos dejamos que la realidad se imponga como única e inamovible, pero, a menudo, tanto la realidad como la ficción se visten de diferentes colores y nos enseñan que todo es posible, y que habitualmente nos dejamos engañar con facilidad para hacer entrar lo que leemos en lo que, supuestamente, es la realidad, lo normal. Pero, hay tantas realidades como personas, así que… imaginad.

Otro aspecto fascinante de la novela es el acercamiento a la oscuridad de algunas personas. Todo el mundo guarda secretos, pero algunos secretos son más profundos y más pantanosos que otros. Una de las encarnaciones perfectas de esta oscuridad del alma es la que el autor nos ofrece con el personaje de Orson, uno de esos matones que, por desgracia, han existido toda la vida y siguen existiendo, pero que, en su caso, parece llevar la crueldad tatuada a fuego en la sangre. Es de esos personajes que, como lector, aborreces, no porque no esté bien estructurado, sino todo lo contrario. Como Sam, le tenemos miedo, pero como lector, lo que queremos es machacarlo vivo.

Y después está la atmósfera. Las descripciones de las casa, del bosque, de los pequeños detalles que no hay que pasar por alto, pues casi todos tienen su papel importante en la trama, están hechas a la medida de la historia. Todo lo que envuelve a los protagonistas, desde esas caras que observan desde las paredes de la mansión de los antepasados de Miranda, hasta los recuerdos que guardan en una caja, tienen un sentido. Y por si fuera poco, sabemos que existen unas luces misteriosas y unas sombras que se mueven en la oscuridad, que Sam vio siendo bebé, y que parecen ocultar mucho más de lo que la gente de su alrededor piensa y malpiensa. Y si no me creéis, leed y juzgad por vosotros mismos.